El 'hospital' de las rapaces

El grupo Grefa de Majadahonda recupera cada año unos 400 animales heridos

Cada año, durante la temporada de caza, unos 250 animales salvajes heridos por disparos reciben tratamiento en el Centro de Rehabilitación de la Fauna Ibérica que el grupo ecologista Grefá (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona) tiene en Majadahonda. La mayor parte de estos animales son aves rapaces. Un zorro, 40 águilas ratoneras, otros tantos milanos y cernícalos, 15 búhos, un águila imperial, un gato montés, tres tortugas y un camaleón son algunos de los 300 inquilinos actuales de esta colonia.

Un perdigonazo disparado por un cazador desaprensivo acabó con el ojo de un ág...

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Cada año, durante la temporada de caza, unos 250 animales salvajes heridos por disparos reciben tratamiento en el Centro de Rehabilitación de la Fauna Ibérica que el grupo ecologista Grefá (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona) tiene en Majadahonda. La mayor parte de estos animales son aves rapaces. Un zorro, 40 águilas ratoneras, otros tantos milanos y cernícalos, 15 búhos, un águila imperial, un gato montés, tres tortugas y un camaleón son algunos de los 300 inquilinos actuales de esta colonia.

Un perdigonazo disparado por un cazador desaprensivo acabó con el ojo de un águila imperial que, menguadas sus facultades, habita desde hace seis años en el centro del Grefa (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona). Parecida fue la suerte de un búho real que observa todo con sus grandes ojos. Un tiro en el ala lo dejó incapacitado para volar."De los 400 animales que pasan por aquí cada año, algunos pertenecen a especies en peligro de extinción, como el águila imperial, la cigueña negra o el buitre negro", explica Ernesto Álvarez Xisto, uno de los miembros fundadores del centro. "La mayor parte de las heridas son consecuencia directa de las prácticas de caza habituales, pero también han llegado aves que han chocado contra los tendidos eléctricos o han sido expulsadas del nido por sus propios progenitores", continúa.

El Grefa nació en 1981, "a partir de un grupo de naturalistas preocupados por la situación de la fauna ibérica". Ahora lo integran ocho personas, de las cuales cuatro tienen dedicación exclusiva. Entre ellos hay zoólogos, historiadores, veterinarios y "biólogos de bota y de bata". Las fuentes de financiación son los socios, los acuerdos de cooperación con instituciones como la Agencia de Medio Ambiente de la Comunidad y el Ayuntamiento de Majadahonda, las clases de educación ambiental y las ayudas de algunas empresas.

Los animales heridos llegan al centro a través de llamadas de particulares o de grupos conservacionistas. Los avisos proceden de Madrid en su mayor parte, pero también de otras autonomías. "El primer paso es someter a los animales a una revisión para ver cuál es el problema, después se les mantiene en cuarentena para evitar contagios", explica Pepe, el zoólogo, mientras examina a un aguilucho pálido que llegó recientemente con síntomas de envenenamiento. Si es precisa una intervención quirúrgica, se recurre a los servicios de Hans Zonnevylle Bakker, un veterinario holandés que colabora con el grupo desde hace años, o a la Facultad de Veterinaria de la Complutense.

Cría en cautividad

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Entre los meses de agosto y octubre de 1990 tuvieron lugar 52 puestas en libertad de animales del centro. Pero, cuando el daño es irreversible, los ejemplares se destinan a la reproducción. "Tenemos un proyecto de cría en cautividad del águila perdicera, en colaboración con el Icona", indica Tenan, otro de los propulsores del grupo. Especies como la lechuza, el mochuelo y el cernícalo primilla han procreado ya en las instalaciones del Grefa.Los trabajos de rehabilitación de la fauna salvaje hacen necesaría la colaboración de los distintos centros existentes, nacionales e internacionales. "Mantenemos contactos con otras autonomías para realizar las sueltas en los lugares más adecuados para cada especie", afirma Ernesto Álvarez, el cual asegura que "también naturalistas de otros países europeos han requerido, en ocasiones, la ayuda del Grefa". Así, el Consejo Británico para la Conservación de la Naturaleza solicitó en noviembre cinco pollos de milano real para reintroducir esta rapaz en Escocia.

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