La Junta de Castilla y León demandará a la compañía Air Sur por incumplimiento de contrato

La Junta de Castilla y León demandará por incumplimiento de contrato a la empresa de transporte aéreo Air-Sur y exigirá compensaciones económicas por el fracaso del convenio para la realización de vuelos de tercer nivel para enlazar Valladolid con Madrid, Barcelona, Sevilla y Málaga, que suscribieron junto al Ayuntamiento, la Cámara de Comercio y la Diputación Provincial de Valladolid el pasado mes de julio. Por su parte, la compañía, que no se considera totalmente responsable del fracaso, ha señalado que "no ha recibido ni una sola peseta de los pactos económicos acordados".

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La Junta de Castilla y León demandará por incumplimiento de contrato a la empresa de transporte aéreo Air-Sur y exigirá compensaciones económicas por el fracaso del convenio para la realización de vuelos de tercer nivel para enlazar Valladolid con Madrid, Barcelona, Sevilla y Málaga, que suscribieron junto al Ayuntamiento, la Cámara de Comercio y la Diputación Provincial de Valladolid el pasado mes de julio. Por su parte, la compañía, que no se considera totalmente responsable del fracaso, ha señalado que "no ha recibido ni una sola peseta de los pactos económicos acordados".

El convenio entre Air-Sur y el Gobierno de Castilla y León junto a las entidades vallisoletanas pretendía la realización de diferentes vuelos desde la capital de la comunidad con Sevilla, Madrid y Málaga y desde su inicio los problemas se sucedieron sin interrupción.El vuelo inaugural para las autoridades y la Prensa no pudo fletarse debido, según la empresa, "a problemas burocráticos" en la aduana y con posterioridad uno de los proyectos que iban a ser más rentables, la línea Valladolid-Barcelona, no pudo ponerse en funcionamiento por la prohibición que determinó la Dirección General de Aviación Civil, al denegar los permisos de vuelo.

Pérdidas

Según el Gobierno autónomo, el convenio con Air-Sur ha producido unas pérdidas cercanas a los 90 millones de pesetas que serán sufragadas en un 50% por la Junta de Castilla y León, en un 15% por la empresa aérea, el Ayuntamiento y la diputación provincial y en un 5% por la Cámara de Comercio de Valladolid. La ocupación media obtenida por los 181 vuelos fletados desde el mes de agosto no ha llegado a los siete pasajeros por itinerario recorrido y sólo dos meses después de haber suscrito el acuerdo las pérdidas ya superaban los 34 millones de pesetas.La línea Valladolid-Madrid, la primera que se suprimió, contó únicamente con 19 pasajeros y varios meses después Air-Sur decidía, unilateralmente, suprimir todos los recorridos aéreos y trasladar en taxi desde el aeropuerto de Villanubla en Valladolid hasta Barajas (Madrid) a todas aquellas personas que habían concertado algún servicio con la compañía.

En el aeropuerto madrileño embarcaba a sus clientes en vuelos regulares de otras empresas que cubrían los trayectos consorciados con las entidades de Valladolid y el Gobierno autónomo de Castilla y León.

Por su parte, Juan Ruiz, consejero delegado de Air-Sur, manifestó ayer su sorpresa por la noticia de la rescisión del contrato y destacó que la medida acordada por la comisión de seguimiento de los vuelos de tercer nivel era "una fórmula para demorar los pagos, ya que hasta el momento no hemos recibido ni una sola peseta de lo acordado".

Santiago Abril, presidente de la compañía aérea, en declaraciones a Radio Nacional de España, culpó del fracaso "a la nula respuesta del público en un proyecto que hubiera necesitado más tiempo para madurar", así como también a la situación de la empresa que "no podía soportar por más tiempo los fuertes gastos sin haber recibido hasta el momento ni una sola peseta".

A pesar de la rescisión del contrato, tanto la Junta de Castilla y León como las entidades en Valladolid piensan volver a consorciarse con otras empresas aéreas para mantener los itinerarios previstos desde hace meses, pero según sus declaraciones, exigiendo lo que no ha cumplido Air-Sur, "estar en posesión de todas las licencias exigidas por Aviación Civil, un mantenimiento escrupuloso de los vuelos y una campaña de promoción de viajes en avión con otros puntos del Estado como son Málaga, Sevilla, Bilbao, Madrid y Barcelona".