Cuarto atentado

La organización terrorista ETA ha asesinado desde enero de 1979 a cuatro militares destinados en el Gobierno Militar de Guipúzcoa, contando el atentado de ayer. El primero de estos crímenes se produjo el 2 de enero de 1979, iniciando una campaña de atentados etarras contra destacados miembros de las Fuerzas Armadas. El asesinato del comandante José María Herrera Hernández, ayudante del gobernador militar, fue interpretado en medios políticos y militares vascos como una provocación a los ejércitos. El comandante Herrera fue ametrallado en San Sebastián cuando iba a subir a su automóvil.
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La organización terrorista ETA ha asesinado desde enero de 1979 a cuatro militares destinados en el Gobierno Militar de Guipúzcoa, contando el atentado de ayer. El primero de estos crímenes se produjo el 2 de enero de 1979, iniciando una campaña de atentados etarras contra destacados miembros de las Fuerzas Armadas. El asesinato del comandante José María Herrera Hernández, ayudante del gobernador militar, fue interpretado en medios políticos y militares vascos como una provocación a los ejércitos. El comandante Herrera fue ametrallado en San Sebastián cuando iba a subir a su automóvil.

Dentro de la misma campaña contra las Fuerzas Armadas, ETA asesinó, el 23 de septiembre de 1979, al gobernador militar de Guipúzcoa, general de brigada Lorenzo González Vallés. Un joven, al que acompañaba otro desconocido, se acercó al general, quien paseaba en compañía de su esposa por el paseo donostiarra de La Concha, y sin mediar palabra disparó a bocajarro en la sien del gobernador militar, quien falleció en el acto. Este atentado fue considerado como un intento de la organización terrorista para que fracasara la aprobación del Estatuto de Gernika.

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El 25 de octubre de 1986, la banda armada asesinó al general de brigada Rafael Garrido Gil, gobernador militar de Guipúzcoa. En el atentado, ocurrido en el centro de San Sebastián, fallecieron también la esposa del general y uno de sus hijos y resultaron heridas otras 14 personas, entre ellas un niño de dos años. El triple asesinato fue cometido por dos individuos que desde una motocicleta colocaron una bomba sobre el techo del vehículo en el que viajaban las tres víctimas. El cuarto ocupante del automóvil oficial, el soldado conductor, sufrió heridas graves. El general viajaba sin la escolta policial que tenía asignada, porque "quería disfrutar de cierta libertad de movimientos".

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