Solchaga culpa al crecimiento de los salarios de los altos tipos de interés en España

El elevado precio del dinero en España en comparación con el resto de países podría rebajarse sí los salarios se moderan. Así lo afirmó ayer en el Congreso el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, para quien los sindicatos deberían reclamar incrementos salariales de entre el 5% y el 6%, en lugar del 9%, como han anunciado para el próximo año. Solchaga realizó estas declaraciones tras la aprobación ayer en el Congreso de los Presupuestos Generales del Estado para 1991, que contemplan un gasto consolidado de 19,5 billones de pesetas y, unos ingresos de 18,8 billones.

Si los sa...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El elevado precio del dinero en España en comparación con el resto de países podría rebajarse sí los salarios se moderan. Así lo afirmó ayer en el Congreso el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, para quien los sindicatos deberían reclamar incrementos salariales de entre el 5% y el 6%, en lugar del 9%, como han anunciado para el próximo año. Solchaga realizó estas declaraciones tras la aprobación ayer en el Congreso de los Presupuestos Generales del Estado para 1991, que contemplan un gasto consolidado de 19,5 billones de pesetas y, unos ingresos de 18,8 billones.

Más información

Si los salarlos creciesen en 1991 entre un 5% y un 6% en lugar del 9% que piden los sindicatos para 1991, "los costes de producción crecerían menos, habría menos presión sobre los precios y sería posible mantener una política de tipos de interés más bajos que favoreciese la inversión", afirmó ayer el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga.Ésta es, según el ministro una de las cosas que necesitamos de manera absolutamente imprescindibles si queremos hacer que la economía española sea capaz de competir en 1993, cuando ya se haya desarrollado el mercado único y estemos a punto de entrar en la segunda fase de la unión económica y monetaria

Esta nueva llamada a la moderación salarial se produjo en el Congreso, lugar donde "existe un consenso bastante generalizado en torno a esta idea", según Solchaga. "Ahora lo que deseo", añadió, "es que los responsables sindicales y de la patronal compartan este planteamiento y se sienten en una mesa tranquilamente con el Gobierno para concertar un acuerdo que dure un par de años o tres".

Si este acuerdo se produce,

se podría conseguir rebajar la inflación al 3%" -lo previsto para 1991 es el 5%-, que es el nivel en que se mueven los precios en los países de nuestro entorno, en especial, Francia, Alemania y Holanda. Y, en caso contrario, "el Gobierno asumiría sus responsabilidades", mediante una política monetaria y fiscal aún más restrictiva.

El ministro se mostró así dispuesto a seguir al pie del cañón y lo dejó más claro todavía al contestar afirmativamente, a una pregunta sobre si está dispuesto a gestionar el presupuesto para 1991 aprobado ayer en el Congreso. "Personalmente me encuentro muy bien", aseguró.

El Presupuesto del Estado para 1991 quedó ayer, en efecto, listo para su publicación en el BOE, tras aprobarse en el Congreso la práctica totalidad de las enmiendas introducidas en el Senado. El volumen de gasto aprobado ayer para el Estado, los organismos autónomos, la Seguridad Social, entes públicos y sociedades estatales alcanza la cifra de 19,52 billones de pesetas, mientras que los ingresos se sitúan en 18,81 billones de pesetas, lo que supone un déficit de 700.000 millones de pesetas. Con las enmiendas introducidas en el Senado y aprobadas por el Congreso, el presupuesto previsto se eleva en 35.000 millones de pesetas.

Notables ausencias

La votación se produjo con la asistencia de la mayoría. de los miembros del Gobierno con la excepción del presidente y del vicepresidente. La afluencia de diputados fue también masiva y también se convalidó el real decreto ley de prórroga de la actual normativa del impuesto sobre la renta y el patrimonio, además de la ley del régimen fiscal aplicable a Madrid capital europea de la Cultura en 1992.

El proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 1991 introduce escasas novedades en materia tributaria, debido a que la reforma del impuesto sobre la renta y el patrimonio ha quedado aplazada a 1992. La de mayor impacto en el bolsillo de los ciudadanos consiste en una subida de cinco pesetas en el impuesto especial que grava las gasolinas, lo que provocará una elevación de su precio a partir del próximo 1 de enero.

La creación de la Agencia Tributarla y la rebaja de la tributación por el IVA de los coches de segunda mano -la base imponible no podrá ser inferior al 10% del importe de la compraventa- son las otras dos novedades destacables en materia fiscal.

Otro bloque de medidas es consecuencia de la anulación y el aplazamiento por un año de la revisión de los valores catastrales urbanos. Éstos se elevan en un 5%, mientras que los valores rústicos se actualizan en un 50%. Asimismo, estos presupuestos contemplan la retirada de las subvenciones a la prensa.

El Congreso aprobó también un nuevo régimen fiscal para las sociedades de inversión mobiliaria y los fondos de inversión que pasarán a tributar en el impuesto de sociedades a un tipo del 1% y gozarán de una deducción fiscal del 10%.

En gestión presupuestaria, se ha acordado como novedad para 1991, limitar al 5% de los créditos extraordinarios y los suplementos de créditos la desviación que se puede producir en el gasto. También se limita a los altos cargos el cobro del complemento de destino de director general cuando abandonen el cargo político y se reincorporen a su puesto como funcionario de carrera.

Archivado En