LA CIUDAD VERDE

Gaviotas de atasco

El gran auge avifaunístico de los últimos años ha sido el de las gaviotas reidoras. Se trata de una especie cuyos tradicionales cuarteles veraniegos se sitúan en las orillas del mar del Norte, y cuya pasión invernal por Madrid se ha convertido desde los años setenta en locura.Los embalses construidos entonces al norte de la capital beneficiaron el asentamiento de ciertas aves acuáticas en detrimento de otras especies. Una década más tarde, las basuras de Madrid fueron concentradas en el vertedero de Valdemingómez, al sur de Madrid. El resultado es que cada amanecer, coincidiendo con el atasco ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El gran auge avifaunístico de los últimos años ha sido el de las gaviotas reidoras. Se trata de una especie cuyos tradicionales cuarteles veraniegos se sitúan en las orillas del mar del Norte, y cuya pasión invernal por Madrid se ha convertido desde los años setenta en locura.Los embalses construidos entonces al norte de la capital beneficiaron el asentamiento de ciertas aves acuáticas en detrimento de otras especies. Una década más tarde, las basuras de Madrid fueron concentradas en el vertedero de Valdemingómez, al sur de Madrid. El resultado es que cada amanecer, coincidiendo con el atasco diario en los accesos a la ciudad, más de 25.000 gaviotas reídoras pueden ser observadas volando majestuosamente sobre el eje del Manzanares, entre los embalses de El Pardo y de Santillana, hasta Valdemingómez.

Más información

Madrid se sitúa en medio de dos zonas consideradas de importancía europea en cuanto a avifauna se refiere: el monte de El Pardo, por el norte, y el entorno de la confluencia de los ríos Jarama-Manzanares, en su sector meridional. Ello posibilita la reproducción y presencia de una riqueza insospechada de aves a escasos kilómetros de la mismísima puerta del Sol: buitres negros y águilas reales, halcones peregrinos, garzas reales, cigüeñas blancas, estables, incluso la rarísima ciguena negra, concentrada en bandos migratorios al paso del embalse de El Pardo.

Madrileños son también en estos momentos, sedentarios o temporales, los estorninos y las urracas, las grajillas, las cornejas, pero también los vencejos y aviones, la golondrina común, el ánade real, el gavilán y el alcotán, el cernícalo primilla, el abejaruco, la abubilla o el pito real, el torcecuello, el bisbita arbóreo y común, la lavandera cascadeña, el acentor y el petirrojo, el ruiseñor, la tarabilla, el coIirrojo, el mirlo, los zorzales, e zarcero común, y currucas, mosquiteros, papamoscas y herrerillos, oropéndola, carbonero, urracas, verderones, picogordos o escribanos.

Direcciones útiles

*Sociedad Española de Ornitología (SEO). Facultad de Biológicas, planta 91. Universidad *Complutense. Ciudad Universitaria. 549 35 54.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

*Agencia del Medio Ambiente. Comunidad de Madrid. Calle de la Princesa, 3. 580 39 09

Centro de Recuperación de Animales Salvajes. Ayuntamiento de Madrid. Tres Cantos. 845 11 00.

Archivado En