Ola de atentados en Letonia

Cinco bombas han estallado en la última semana en Riga, capítal de Letonia, teniendo como blanco edificios del Ejército, el KGB y el PCUS. Las autoridades letonas han insinuado que se trata de una campana organizada por los comunistas leales a Moscú con el fin de crear un pretexto que permita instaurar el Gobierno presidencial directo en esta república báltica y disolver los órganos de poder democráticamente elegidos.La tensión creada desde hace tiempo entre el Frente Popular Letón (FPL), que se pronuncia por la independencia total de la república, y los militares ha ido acompanada últimamente...

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Cinco bombas han estallado en la última semana en Riga, capítal de Letonia, teniendo como blanco edificios del Ejército, el KGB y el PCUS. Las autoridades letonas han insinuado que se trata de una campana organizada por los comunistas leales a Moscú con el fin de crear un pretexto que permita instaurar el Gobierno presidencial directo en esta república báltica y disolver los órganos de poder democráticamente elegidos.La tensión creada desde hace tiempo entre el Frente Popular Letón (FPL), que se pronuncia por la independencia total de la república, y los militares ha ido acompanada últimamente de una campana en la prensa central contra Letonia. El pretexto ha sido un servicio clandestino de seguridad organizado por un tal Legzdins.

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Además, el diario Soviétskaya Rossiya, órgano oficlal del Partido Comunista de Rusia, publicó el domingo en primera página una carta de un veterano de Riga en la que éste pide que se imponga el gobierno presidencial directo desde Moscú.

El FPL, por su parte, ha erriltido una declaración en la que se hace un llamamiento a la desobediencia civil de la población en caso de que el Kremlin imponga su gobierno directo y disuelva el Parlamento. La fiÍscalía letona ha amenazado a los funcionarios que cumplan las recomendaciones del FPL.

Los últimas tres explosiones ocurrieron el lunes por la noche: una junto a una sede de distrito del PC, otra en el territorio de la Comandancia Militar y un tercero en el centro de Riga, junto al monumento de Lerim. No hubo víctimas, pero saltaron los vidrios del gabinete del primer ministro, Ivars Godrnánis, quien el martes se entrevistó con los militares para tratar el asunto.

A pesar de que algunos consideran que son los militares quienes están detrás de las explosiones, la reunión fue un éxito. Se acordó formar grupos de trabajo para solucionar los problemas que existen, como los de vivienda y suministro de alimentos a los soldados, informó Andris Bunka, asesor del primer ministro.

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Los militares dijeron estar preocupados por las explosiones, "que a nadie convienen", e incluso ofrecieron su colaboración en las investigaciones del caso.

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