Los hijos de emigrantes comunitarios tienen el mismo derecho a becas que los jóvenes del país

Los emigrantes comunitarios tienen iguales derechos a recibir prestaciones familiares y a que sus hijos disfruten de las becas de estudios que los nacionales del país donde residen. El Estado de residencia está obligado a pagar esas ayudas sin discriminación, aunque los beneficiarlos residan en el país de origen, según dos sentencias dictadas ayer por el Tribunal de Justicia de la CE.

La primera sentencia del Tribunal de Justicia de la CE zanja definitivamente una vieja discusión en respuesta a un recurso presentado por el ciudadano español Francisco Yáñez Campoy, quien trabajaba en Ale...

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Los emigrantes comunitarios tienen iguales derechos a recibir prestaciones familiares y a que sus hijos disfruten de las becas de estudios que los nacionales del país donde residen. El Estado de residencia está obligado a pagar esas ayudas sin discriminación, aunque los beneficiarlos residan en el país de origen, según dos sentencias dictadas ayer por el Tribunal de Justicia de la CE.

La primera sentencia del Tribunal de Justicia de la CE zanja definitivamente una vieja discusión en respuesta a un recurso presentado por el ciudadano español Francisco Yáñez Campoy, quien trabajaba en Alemania, aunque sus dos hijos seguían residiendo en España. Las prestaciones familiares le eran abonadas en virtud del convenio bilateral entre España y la RFA de 1973, que eran "sensiblemente inferiores" a las que prevé la ley alemana. El Tribunal de Luxemburgo reconoce el derecho a la prestaciones del país de residencia y las hace extensivas a todos los trabajadores, asalariados o no. La decisión del tribunal comunitario tiene carácter retroactivo desde el 15 de enero de 1986.El tratado de adhesión de España y Portugal a la CE había incluido una excepción para los familiares de los trabajadores emigrados que continuaran viviendo en estos dos países. Hasta el 31 de diciembre de 1988 la cobertura de seguridad social estaba sometida a los baremos, más bajos, de la nación de origen. Esta discriminación queda ahora anulada.

La otra sentencia dictada ayer en Luxemburgo reconoce el derecho igual a la formación que deben disfrutar todos los hijos de emigrantes comunitarios, equiparados a los nacionales del país de residencia. En este caso la demanda fue presentada por Carmina di Leo, que cursó estudios de primaria y secundaria en la RFA, lugar de residencia familiar. A raíz. del númerus clausus que aplican las universidades alemanas, tuvo que ir a estudiar medicina a Siena (Italia), lo que sirvió de excusa a las autoridades alemanas para privarle de su beca. El tribunal obliga ahora al Estado alemán a costear la ayuda a la formación, que todos los estudiantes comunitarios tienen derecho a recibir "en las mismas condiciones" en el país de residencia, aunque no sea su nación de origen.

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