Finito de Córdoba debuta el domingo en Las Ventas

Numerosos aficionados cordobeses viajan a Madrid para presenciar el festejo

Finito de Córdoba debuta el domingo en Las Ventas en un ambiente de gran expectación. Numerosos aficionados viajan desde Córdoba, gran parte en autocares fletados por el Ayuntamiento cordobés, para presenciar la presentación en Madrid de Finito. Completan el cartel Luis de Pauloba y Cristo González y los novillos pertenecen a la ganadería de Jandilla, de Vejer de la Frontera (Cádiz). El festejo empieza a las seis de la tarde.

Juan Serrano Pineda, Finito de Córdoba, vive en El Arrecife (Córdoba). Allí nació hace 18 años, y por sus campos empezó a torear él solo, sin que nadie ...

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Finito de Córdoba debuta el domingo en Las Ventas en un ambiente de gran expectación. Numerosos aficionados viajan desde Córdoba, gran parte en autocares fletados por el Ayuntamiento cordobés, para presenciar la presentación en Madrid de Finito. Completan el cartel Luis de Pauloba y Cristo González y los novillos pertenecen a la ganadería de Jandilla, de Vejer de la Frontera (Cádiz). El festejo empieza a las seis de la tarde.

Juan Serrano Pineda, Finito de Córdoba, vive en El Arrecife (Córdoba). Allí nació hace 18 años, y por sus campos empezó a torear él solo, sin que nadie le enseñara. La trayectoria de la carrera de este cordobés, desde que en el mes de marzo de 1989 debutara con caballos en Marbella, ha sido meteórica. En la presente campaña figura como número uno, con 70 novilladas a sus espaldas e igual número de trofeos.Asegura que es el momento más oportuno para venir a la primera plaza del mundo. "Lo bueno es ir a Madrid, tarde o temprano; en el fondo, el público comprenderá que voy más preparado con 70 novilladas que si tuviera 30 toreadas. No tengo miedo a Madrid; lo que tengo es responsabilidad",

En más de una ocasión le han comparado con el mítico Manolete, diciéndole que está iluminado por el halo de la realeza, cosa que para él es un halago, pero no cree que sean buenas las comparaciones, y tímidamente confiesa: "La verdad es que, cuando suelo cuajar faenas, son sonadas, y de lo demás procuro no creerme nada. Quiero torear como soy".

Sabe que sus compañeros del domingo no le van a dar ningún tipo de ventaja porque ellos van a lo mismo. "Con todos mis compañeros estoy encantado de poder torear, aunque yo voy a Madrid a no dejarme ganar la partida, y aunque yo sea en estos momentos el primero, uno no se puede descuidar".

Más belicoso se muestra Luis de Pauloba, que va segundo en el escalafón: "Estoy contento de volver a Las Ventas porque ha sido una plaza que me lo ha dado todo, y estoy con mucha ilusión y moral". Pauloba no ha toreado aún con Finito; son el segundo y el primero, y será una tarde de rivalidad. "Somos amigos, pero, como torero, le tengo ganas, y todo el que esté a mi vera a la hora de torear, voy a por él".

El chiclanero Cristo González está el cuarto en el escalafón, y sabe la alegría inmensa que se siente al salir por la puerta grande de Las Ventas. "La empresa de Madrid fue la que me dio la oportunidad del 30 de mayo, cuando salí a hombros, y siempre que me llamen vendré". Lo tiene claro, y eso que sólo tiene 16 años. González opina que sus tres orejas en esta plaza no son una casualidad. Cuando se le dice que si pertenece al cartel de los cuatro magníficos, parece que no le agrada. "No me gustan las frases. El año pasado decían La quinta del 90, y me caía mal, porque no veía muy claro que fuera verdad; de hecho, saltamos otros que no estábamos ahí, porque puede aparecer uno nuevo que te puede dar un sobo".

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