Ortega Cano sufrió un varetazo en Valladolid
Ortega Cano sufrió una impresionante cogida durante una de sus faenas en la segunda corrida de la Feria de Valladolid, celebrada ayer, aunque sin serias consecuencias. Sólo resultó con un varetazo de pronóstico leve, del que fue asistido en la enfermería al terminar su actuación.
Con gran entrada, sin llegar al lleno, en tarde ventosa, se lidiaron cuatro toros de Mari Carmen Camacho, manejables primero y cuarto y deslucidos los restantes, y dos -quinto y sexto- de Antonio Pérez, peligrosos. Roberto Domínguez tuvo oreja y ovación, respectivamente; Ortega Cano, aplausos y ovación, y C...
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Ortega Cano sufrió una impresionante cogida durante una de sus faenas en la segunda corrida de la Feria de Valladolid, celebrada ayer, aunque sin serias consecuencias. Sólo resultó con un varetazo de pronóstico leve, del que fue asistido en la enfermería al terminar su actuación.
Con gran entrada, sin llegar al lleno, en tarde ventosa, se lidiaron cuatro toros de Mari Carmen Camacho, manejables primero y cuarto y deslucidos los restantes, y dos -quinto y sexto- de Antonio Pérez, peligrosos. Roberto Domínguez tuvo oreja y ovación, respectivamente; Ortega Cano, aplausos y ovación, y Celso Ortega, ovación y silencio.
Otros festejos de ayer:
Bargas (Toledo). Lleno. Cinco toros de Auxilio Holgado y uno -primero- de Los Bayones. Primero y cuarto dieron juego y los otros fueron deslucidos. Espartaco, dos orejas y dos orejas y rabo. Fernando Lozano, ovacionado en su lote. Michel Lagravere, vuelta al ruedo y oreja.
Almodóvar del Campo (Ciudad Real). Casi lleno. Novillos de Mariano Sanz, bien presentados y bravos con los caballos, aunque de juego desigual. Martín Pareja Obregón, oreja, y oreja y dos vueltas. El Andujano, oreja y petición de oreja, y ovación. Félix Jesús Rodríguez, oreja y ovación.
Azuqueca de Henares (Guadalajara). Algo más de tres cuartos de entrada. Novillos de Benito Ramajo, muy deslucidos. Antonio Vaamonde, silencio, y aviso y silencio. Miguel Rodríguez, silencio, y aviso y silencio. Pepín Rubio, silencio y vuelta.