GUERRA EN EL GOLFO

Miles de norteamericanos huyen de Jordania

Muchos de los 4.200 norteamericanos que residen en Jordania comenzaron ayer a hacer sus maletas después de que el Departamento de Estado les avisara el día antes de la conveniencia de que abandonaran "voluntariamente" el reino hachemí. A su vez, Irak escuchó el llamamiento efectuado por las autoridades jordanas para que limite la salida masiva de árabes, especialmente egipcios, que amenaza con colapsar este pequeño país, cuyos ciudadanos hacen ya acopio de alimentos por el embargo contra Irak, su principal proveedor.

"La oficina se queda abierta y el personal jordano continuará trabajan...

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Muchos de los 4.200 norteamericanos que residen en Jordania comenzaron ayer a hacer sus maletas después de que el Departamento de Estado les avisara el día antes de la conveniencia de que abandonaran "voluntariamente" el reino hachemí. A su vez, Irak escuchó el llamamiento efectuado por las autoridades jordanas para que limite la salida masiva de árabes, especialmente egipcios, que amenaza con colapsar este pequeño país, cuyos ciudadanos hacen ya acopio de alimentos por el embargo contra Irak, su principal proveedor.

"La oficina se queda abierta y el personal jordano continuará trabajando normalmente. Nosotros nos vamos todos de vacaciones", aseguró la representante de una importante firma norteamericana. De momento, Estados Unidos es el único país que ha aconsejado a sus ciudadanos y al "personal no imprescindible" de su sede diplomática que salgan de Jordania."Revisamos la situación día a día, y hasta ahora no hemos considerado necesario emitir ninguna advertencia", señaló una diplomática británica. El Reino Unido es el segundo país occidental en número de residentes en Jordania. La Embajada suiza, que dispone de una pequeña colonia, se ha dotado de máscaras antigás, y otras representaciones diplomáticas, incluida la española, han solicitado a sus respectivos Gobiernos que se las faciliten.

La policía jordana confiscó ayer 170 sacos de arroz y otros tantos de azúcar de las trastiendas de varios comerciantes. Aunque en Ammán aún no se aprecian los efectos del embargo decretado por las Naciones Unidas contra su principal socio comercial, Irak, la sensación de inseguridad ha llevado a muchos de los tres millones de habitantes de Jordania a hacer acopio de productos alimenticios básicos, lo que, a su vez, ha provocado la escasez de éstos en algunos mercados.

Menos barcos

Ruwieshed, el puesto fronterizo entre Jordania e Irak, recibió ayer menos de la mitad del flujo de refugiados árabes de lo que era habitual la semana pasada. El embargo ha limitado el número de barcos que llegan al puerto jordano de Aqaba, en el golfo del mismo nombre, y ante el mar Rojo, y las autoridades se encuentran absolutamente desbordadas por las masas.

En los 10 últimos días han llegado a Jordania 54.000 egipcios, de los que cerca de 20.000 se agolpan en Aqaba a la espera de poder embarcar para regresar a su país. "Si no se controla el flujo de emigrantes, en las próximas semanas puede entrar en Jordania un millón de personas", señala un funcionario de emigración.

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"Las colas de automóviles para cruzar desde Kuwait a Irak tienen hasta 30 kilómetros de largas", señala una diplomática latinoamericana que logró llegar a Ammán el lunes. Los 1.650 kilómetros del trayecto se han convertido en una gigantesca procesión de hormigas sobre las arenas abrasadas del desierto. La caravana tarda hasta seis días en su viaje.

Según la diplomática, la situación en la capital iraquí es tranquila, por el momento. "Lo peor es la terrible confusión que existe en las normas para salir del país", señala. "Las ordenanzas cambian varias veces al día y con éstas se invalidan los visados que tan trabajosamente se consiguen. Hasta que no aterricé en Ammán no me creí que me habían dejado salir".

El grupo de 80 empleados de la ONU que llegó ayer señaló que en el aeropuerto de Bagdad fue rechazada una venezolana por tratar de colar, incluyéndole en su pasaporte, a su marido norteamericano. Sin embargo, en ese grupo, todos con pasaporte diplomático, había dos franceses, un holandés, cinco australianos y dos norteamericanos de origen libanés.

"Nunca pudimos imaginarnos que la situación se iba a poner tan mal", señaló la diplomática australiana Bebe Douglas.

"Al principio, esperamos tranquilamente los siete días habituales que transcurren desde que un diplomático pide el permiso de salida hasta que se lo dan", añade la misma fuente. "Pero cuando vimos que éste comenzaba a retrasarse, que daban uno que no servía, y que nadie sabía a qué atenerse, empezamos a vivir una auténtica guerra de nervios".

Al menos dos aviones diarios realizan el trayecto Ammán-Bagdad desde el domingo pasado. La URS S ya ha sacado a 132 personas y otras 200 eran esperadas anoche, según un portavoz de su Embajada en la capital jordana.

La petición cursada por Jordania de que Irak limite el número de personas que sale afecta únicamente a los árabes, que deben cruzar este país hasta llegar a Aqaba y allí esperar a tener una plaza en un barco.

Cientos de asiáticos -filipinos, indios y paquistaníes han cruzado estos días la frontera. Brasil logró el lunes hacer pasar un autobús con 80 ciudadanos entre hombres de negocios y diplomáticos.

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