Siete guardaespaldas vigilaron las correrías de Madonna

El trío donostiarra 21 Japonesas es el telonero de la cantante en Madrid

Madonna, la rubia cantante norteamericana que comienza hoy en Madrid su gira por tres ciudades españolas, abandonó por primera vez su suite del hotel Villamagna a las 12.45 de ayer, rodeada de siete fornidos guardaespaldas. Madonna acostumbra a correr 35 minutos diarios, y no interrumpió su rito. Despistó a la veintena de seguidores y fotógrafos que la aguardaban a la salida del hotel y salió por la puerta trasera. Recorrió la calle de Serrano, siempre a la carrera, para entrar al Retiro por la puerta de Alcalá. El grupo telonero de Madonna en Madrid será el trío donostiarra 21 Japonesas.
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Madonna, la rubia cantante norteamericana que comienza hoy en Madrid su gira por tres ciudades españolas, abandonó por primera vez su suite del hotel Villamagna a las 12.45 de ayer, rodeada de siete fornidos guardaespaldas. Madonna acostumbra a correr 35 minutos diarios, y no interrumpió su rito. Despistó a la veintena de seguidores y fotógrafos que la aguardaban a la salida del hotel y salió por la puerta trasera. Recorrió la calle de Serrano, siempre a la carrera, para entrar al Retiro por la puerta de Alcalá. El grupo telonero de Madonna en Madrid será el trío donostiarra 21 Japonesas.

Después de desayunar ligeramente -té, una porción de pastel de arroz y leche de soja-, Madonna echó a correr. Ni una gota de sudor cayó por sus mejillas, tan blancas como el resto de su cuerpo. Madonna, menuda y de piernas musculosas, no llamó la atención ni en el parque del Retiro ni en la calle de Serrano. Madonna llevaba una gorra azul y una coleta corta sobresalía por la nuca. Las gafas de sol de carey marrón y cristales azulados, la camiseta amplia y blanca de mangas largas, las ceñidas bermudas blancas estampadas con estrellas azules, los calcetines blancos, cortos y deportivos, y las zapatillas blancas con rayas verdes, convirtieron a la cantante en una corredora más entre las muchas que acuden al Retiro.

Manotazos

Los guardaespaldas, tan bien entrenados como ella, se encargaron de que ninguno de los 15 seguidores, que se habían convertido en su sombra, se acercaran más de lo permitido. Con rudos manotazos e impertinentes vocablos en inglés, apartaban a todos los que pretendían obtener algo más que las sonrisas amables que ella brindaba por doquier.Durante 35 minutos, Madonna dio dos vueltas por el Retiro y salió nuevamente por la puerta de Alcalá para volver a su hotel. Sus guardaespaldas tenían instrucciones de detener el tráfico en todas las esquinas para que Madonna no se preocupara de los semáforos. La cantante entró de nuevo en el hotel a las 13.50 horas, se ajustó la gorra, se palpó la frente en busca de una gota de sudor, que no encontró, y suspiró largamente.

Liz Rosemberg, la encargada norteamericana de la publicidad de Madonna, informó de la cantante descansó durante toda la tarde de ayer. "Por la noche cenará con unos amigos pero quiere reposar bastante para ofrecer hoy un gran concierto. Además, está muy afectada por la muerte en accidente de carretera de dos conductores británicos que transportaban hacia Vigo parte del escenario para el concierto del próximo domingo en esa ciudad", comentó. Por otra parte, a última hora de ayer se confirmó que el trío donostiarra 21 Japonesas actuará hoy en el estadio Vicente Calderón, de Madrid, como telonero de Madonna. Para los recitales de Madonna en Vigo (día 29) y Barcelona (día 2 de agosto), ayer no se conocía el nombre del grupo telonero.

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