García Vargas dice que no hay correlación entre los gastos y la salud ciudadana

El ministro de Sanidad, Julián García Vargas, resaltó el martes, en los cursos de verano organizados por el PSOE en Galapagar (Madrid), que la sanidad es el sector público más costoso y complejo y el que más inquietudes despierta entre los ciudadanos del mundo desarrollado. Esta es la causa, según el ministro, de que los servicios sanitarios sean portadores de un gran peso político, aunque no haya correlación entre los gastos y la salud de los ciudadanos.

"Los griegos", citó como ejemplo, "con el presupuesto más bajo de toda la CE, tienen una esperanza de vida superior a los estadounide...

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El ministro de Sanidad, Julián García Vargas, resaltó el martes, en los cursos de verano organizados por el PSOE en Galapagar (Madrid), que la sanidad es el sector público más costoso y complejo y el que más inquietudes despierta entre los ciudadanos del mundo desarrollado. Esta es la causa, según el ministro, de que los servicios sanitarios sean portadores de un gran peso político, aunque no haya correlación entre los gastos y la salud de los ciudadanos.

"Los griegos", citó como ejemplo, "con el presupuesto más bajo de toda la CE, tienen una esperanza de vida superior a los estadounidenses".Según el ministro de Sanidad y Consumo, este hecho demuestra que la salud no depende sólamente de los servicios sanitarios. "Hay otros factores sociales, culturales, educativos y ambientales", afirmó, "que influyen en la salud de los ciudadanos".

Para García Vargas, el mundo asiste a un debate internacional sobre la sanidad porque los expertos se han dado cuenta que, aunque la salud no tiene precio, sí tiene un coste. "Durante la década de los cincuenta y sesenta, la sanidad experimentó un gran auge", manifestó García Vargas, "propiciado por un control de las principales enfermedades contagiosas. Hoy las cosas han cambiado y hay que establecer unas prioridades distintas, en las que ocupan los primeros puestos los ancianos, los minusválidos y los enfermos crónicos". El ministro de Sanidad opinó que la sanidad pública puede y debe crecer indefinidamente, pero no en todos los campos. Según sus palabras, los servicios de sanidad públicos no pueden facilitar a los ciudadanos operaciones de cirugía estética o las más avanzadas técnicas de fecundación asistida. "El Estado de bienestar", dijo "soporta unos techos fiscales, se mueve en un marco financiero para no poner en peligro la economía de mercado". En este contexto manifestó que la prevención se enfrenta a poderes económicos y a críticas feroces que acusan a los programas preventivos de ser una moda importada.

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