CUMBRE ALIADA OCCIDENTAL

Despliegue de tiradores de élite

Un visible despliegue de tiradores de élite protege a los jefes de Estado y de Gobierno de los 16 países de la OTAN que buscan desde Londres tender la mano a la Unión Soviética. Lancaster House, el palacio donde se celebran las discusiones atlánticas, está a dos pasos del Carlton Club, donde la semana pasada el IRA hizo estallar una bomba, pero ayer la única amenaza a los reunidos era un pequeño grupo de pacifistas.Los policías vigilaban desde los tejados de los edificios aledaños a Lancaster House, conocido hasta la fecha por ser el lugar donde en 1979 se gestó la independencia de Zimb...

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Un visible despliegue de tiradores de élite protege a los jefes de Estado y de Gobierno de los 16 países de la OTAN que buscan desde Londres tender la mano a la Unión Soviética. Lancaster House, el palacio donde se celebran las discusiones atlánticas, está a dos pasos del Carlton Club, donde la semana pasada el IRA hizo estallar una bomba, pero ayer la única amenaza a los reunidos era un pequeño grupo de pacifistas.Los policías vigilaban desde los tejados de los edificios aledaños a Lancaster House, conocido hasta la fecha por ser el lugar donde en 1979 se gestó la independencia de Zimbabue. Aquellas negociaciones fueron un proceso largo, y no unas conversaciones de choque; de ahí que no se montara entonces en el vecino Green Park un centro de prensa con aires cuarteleros para acoger a unos 2.000 periodistas llegados de todo el mundo.

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Varias leyendas tratan de explicar el origen del nombre Green Park (Parque Verde, por la carencia de flores), la más romántica de las cuales quiere que el parque fuera dejado sin flores por orden de la reina consorte de Carlos I, despechada porque su marido regalaba con flores de ese jardín a sus numerosas amantes. De seguir habiendo flores, estos días hubiesen perecido bajo las instalaciones de inspiración militar montadas para acoger a los periodistas, encerrados en grandes tiendas de lona y cabinas portátiles y protegidos del exterior con alambradas.

Hasta esta tarde no habrá ocasión de ver e interrogar a los líderes occidentales, quienes ayer enviaron a sus segundos y terceros a dar información a unos periodistas que sólo a través de los monitores instalados en la sala de prensa tenían magro acceso a lo que ocurría fuera de allí. Por los monitores se vio cómo unos bobbies se llevaban en volandas a un pacifista de un grupo en el que otros correligionario s enarbolaban pancartas con "Una Europa; OTAN, no", "Desmantelad la OTAN" y "Dad una oportunidad a la paz".

La jornada fue rematada con una cena en la sala del Trono del vecino palacio de Buckingham, residencia londinense de la reina de Inglaterra.

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