El Museo del Prado cuelga un 'cavallino'
La reina Sofia, presidenta de honor de la Fundación Amigos de¡ Museo del Prado, entregó ayer al museo el cuadro El martirio de san Esteban, de Bernardo Cavallino (1616-1656), adquirido por la fundación en 30 millones de pesetas. El lienzo, el único que tiene el Prado del pintor napolitano del siglo XVII, se exhibirá a partir de hoy sobre un caballete en las salas de pintura italiana.En España sólo existe otra obra suya, San Lorenzo, en el Museo Lázaro Galdiano, de Madrid. El Prado había adquirido dos obras en 1969, para completar su amplia colección de pintura napolitana, que des...
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La reina Sofia, presidenta de honor de la Fundación Amigos de¡ Museo del Prado, entregó ayer al museo el cuadro El martirio de san Esteban, de Bernardo Cavallino (1616-1656), adquirido por la fundación en 30 millones de pesetas. El lienzo, el único que tiene el Prado del pintor napolitano del siglo XVII, se exhibirá a partir de hoy sobre un caballete en las salas de pintura italiana.En España sólo existe otra obra suya, San Lorenzo, en el Museo Lázaro Galdiano, de Madrid. El Prado había adquirido dos obras en 1969, para completar su amplia colección de pintura napolitana, que después se han atribuido a un anónimo seguidor del maestro.
En el acto de entrega, celebrado en el salón Villanueva, intervinieron Carlos Zurita, duque de Soria, presidente de la Fundación Amigos del Museo del Prado, y Gonzalo Aries, presidente del Patronato de Museo del Prado, para resaltar la donación del cuadro, 11pieza valiosa y enormemente representativa de lo mejor de su. autor", según dijo Alfonso Pérez Sánchez, director del museo, en su comentario sobre el pintor y la obra. El lienzo presenta el momento de la lapidación de san Esteban.
El cuadro de expuso por primera vez en la muestra Pintura italiana del siglo XVII en España, celebrada en el Prado en 1970. La obra de Cavallino había sido adquirida en Londres en 1954 por Xavier de Salas, que fue director del Prado, Su viuda, Carmen Ortueta, recordó ayer el hallazgo en un almacén de antigüedades de una 11 pintura interesante" que, tras su limpieza, resultó ser una de las escasas obras de Cavallino.