FERIA DE SAN ISIDRO

Cartagena dice que pronto será un clásico del rejoneo

Ginés Cartagena logró ayer su tercera salida a hombros por la puerta grande de Las Ventas y, después del festejo, aprovechaba para manifestarse harto de las polémicas en torno a su forma de rejonear: "Muy pronto mi rejoneo se verá como clásico y los demás lo imitarán, porque con él repito mis triunfos en la plaza más importante del mundo".El torero alicantino estimaba que el público madrileño ya le exige como a una máxima figura, razón por la que creía no hubo petición suficiente de oreja cuando lidió en solitario: "Y eso que sólo pinché dos veces". Pero esa exigencia le reafirmaba en su postu...

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Ginés Cartagena logró ayer su tercera salida a hombros por la puerta grande de Las Ventas y, después del festejo, aprovechaba para manifestarse harto de las polémicas en torno a su forma de rejonear: "Muy pronto mi rejoneo se verá como clásico y los demás lo imitarán, porque con él repito mis triunfos en la plaza más importante del mundo".El torero alicantino estimaba que el público madrileño ya le exige como a una máxima figura, razón por la que creía no hubo petición suficiente de oreja cuando lidió en solitario: "Y eso que sólo pinché dos veces". Pero esa exigencia le reafirmaba en su postura: "Doy espectáculo, pero siempre dentro de la ortodoxia, y realizando cosas que los demás no se atreven, como la suerte del violín, poner banderillas cortas a dos manos y rejonear por los dos pitones del toro. Esto, que ahora me discuten como revolucionario, será imitado muy pronto".

Citaba el ejemplo de los que él considera dos de los mejores rejoneadores de la historia, Ángel Peralta, inventor de la suerte del violín, y Cañero, especialista en las banderillas cortas a dos manos: "Entonces, parte de la crítica se les echó encima, y después han quedado como clásicos". Cartagena, que lleva dos temporadas encabezando el escalafón, en el que ya va muy destacado en 1990, quiere acumular nuevas marcas, como la del número de salidas a hombros en Madrid.

Y ve fácil conseguirlo: "De los jóvenes ya voy en cabeza, y a no mucha distancia de Vidrié, Buendía, Bedoya y Vargas, sólo que tengo menos de la mitad de años que ellos". Sus últimas palabras eran para alabar a su compañero en la collera que consiguió las dos orejas, Fermín Bohórquez Domecq: "Tenía miedo de que no superara la baja moral que le dejó su actuación en solitario, pero ha dado una gran lección de casta torera".

Feria sin percances

El triunfador pasó un momento a la enfermería, con su hermano y subalterno Francisco, por un pequeño golpe sin importancia, mientras toreaba en solitario Bohórquez. Es el segundo torero que visita la enfermería en una feria que se está caracterizando por la ausencia de percances, pese a que ya se han celebrado 16 de los 26 festejos programados.

Le precedió José Copano, banderillero de Rafael de Paula, al que derribó y pisó el toro que éste se negó a matar el pasado día 23. Presentaba leves contusiones que, como las de Cartagena ayer, no necesitaron cura, y volvió de inmediato al ruedo".

En lo que va de temporada han sido atendidos en la enfermería más espectadores, 29, que toreros, 11. De éstos, los percances de mayor gravedad ocurrieron antes de la feria: el 4 de marzo Lucio Sandín, el 8 de abril el Niño de la Taurina, y el 2 de mayo, Esplá y el sobresaliente Manuel Gómez, que en el espectáculo de ayer repitió esta labor. Máximo García Padrós, cirujano jefe de la plaza, está contento de este positivo balance: "No nos importa no trabajar. Y a los toreos, todavía menos".

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