FERIA DE SAN ISIDRO

12 toros se han reconocido para la corrida de hoy

Sólo cuatro 'atanasios' había aprobados ayer para la presentación de Espartaco

Con la llegada de las figuras ha comenzado el baile de corrales: ayer, los veterinarios hubieron de reconocer 12 toros de la divisa anunciada y elegida por Espartaco para su debú en la feria, la de Atanasio Fernández. Sólo cuatro superaron el reconocimiento, por lo que todo apunta a que hoy la corrida será remendada con toros de Pérez Tabernero. La expectación es máxima y los precios de la reventa se han disparado hasta límites increíbles. Espartaco, que dice comprender que le exijan en Madrid, tiene otra tarde contratada. Hoy alterna con Curro Vázquez y Julio Robles.

El ganadero, que e...

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Con la llegada de las figuras ha comenzado el baile de corrales: ayer, los veterinarios hubieron de reconocer 12 toros de la divisa anunciada y elegida por Espartaco para su debú en la feria, la de Atanasio Fernández. Sólo cuatro superaron el reconocimiento, por lo que todo apunta a que hoy la corrida será remendada con toros de Pérez Tabernero. La expectación es máxima y los precios de la reventa se han disparado hasta límites increíbles. Espartaco, que dice comprender que le exijan en Madrid, tiene otra tarde contratada. Hoy alterna con Curro Vázquez y Julio Robles.

El ganadero, que en principio trajo seis toros a la Venta del Batán, hubo de enviar ayer otros seis. Sin embargo, ocho fueron rechazados por falta de trapío. Los que pasaron fueron los números 27, de 576 kilos; 20, de 598 kilos; 22, de 536 kilos y 24, de 560 kilos.Para este festejo se colgó hace cinco días el cartel de "no hay billetes" y algunos aficionados ofrecían ayer sumas de hasta 40.000 y 50.000 pesetas por tendidos de sombra cuyo precio en taquilla no supera las 5.000 pesetas. Aún así, no siempre los revendedores aceptaban el trato, a la espera de que hoy puedan sacar todavía más dinero por las Muchas localidades de que disponen.

Esta enorme expectación, habitual Cuando Espartaco actúa en Madrid, lleva al diestro a comprender las exigencias del público en la plaza: "Es lógico que así sea, y con toda la razón del mundo, pues la gente paga su dinero y quiere sacarle rentabilidad viendo una buena corrida".

Espartaco asegura que su entrega será máxima para corresponder a esas exigencias, que le preocupan más que los toros, tal vez porque él los escogió, lo que justifica: "Es normal que ante tanta responsabilidad quiera lidiar toros de una divisa con la que he obtenido grandes triunfos, ya que eso da gran confianza y moral antes de hacer el paseíllo".

Comenta que sabe que Madrid es una plaza difícil de conquistar para él: "Aunque cada vez menos, por eso no me importa actuar aquí, como demostré cuando pidieron mi participación en el festival que abrió temporada y en el que corté dos orejas".

Sabe que un sector de la plaza, el tendido siete, todavía le espera con más dureza, y lo entiende: "Eso no es nuevo ni conmigo ni a lo largo de la historia, siempre hubo sectores más duros que otros, en especial con las figuras. O sea que me consta que no es nada personal, sino que se limitan a cumplir con su obligación porque así nosotros forzamos a tope el ritmo, de paso que dan categoría a la plaza. A mí me merecen todos los respetos".

Niega que desde su posición de privilegio en los últimos cinco años, en los que ha encabezado el escalafón, no necesite venir a Madrid: "Al margen de que tenga mi temporada prácticamente hecha, siempre es necesario un triunfo en la plaza más importante, aunque sólo sea por satisfacción propia".

Añade con modestia que el ser el primero en número de actuaciones no significa ni tiene que coincidir necesariamente con ser el mejor, sino sólo el que más veces torea, aunque ésto también sea importante.

Lo único que quiere dejar claro al respecto es que si ha llegado a ese lugar no fue tampoco por casualidad ni por regalo, y sí por su lucha diaria y su regularidad intentando estar bien todas las tardes: "Además de todo ello, es necesario que la suerte te acompañe para no sufrir percances graves".

No le preocupa mantener ese liderazgo del escalafón por sexta temporada consecutiva, toda una marca que añadir a sus también consecutivas cinco salidas a hombros en Sevilla.

"Ha llegado un momento en que me he puesto muy difícil mis propias marcas", indica, por lo que el único rival que tengo soy yo mismo, dicho sin ninguna falta de respeto a mis compañeros, porque en mi caso esta ambición de superarme es mayor que la de rivalizar con ellos".

Anuncia que no rehuirá hacer algún gesto esta temporada: "Aunque los gestos con divisas duras no los necesito y ya los hice antes, voy a torear los victorinos en Nimes y puede haber alguna otra sorpresa".

Tratamiento de figura

Robles cree que viene a la feria con un tratamiento de figura, como le corresponde, gracias a las muchas buenas tardes que ha dado en Madrid, la última en la feria de Otoño de 1989, cuando salió a hombros: "Soy torero del gusto de Madrid porque prefiero la calidad a la cantidad".

Indica que se encuentra en el mejor momento de su ya larga carrera y confía en un triunfo con toros de una de sus ganaderías favoritas, y, que no oculta que solicitó matar para disponer de más garantías.

Curro Vázquez, contratado tres tardes en el abono, como Robles, también opina que su salida a hombros en la feria de Otoño le hacía acreedor a estas tres actuaciones. Busca desquitarse de la que reconoce como floja actuación el pasado día 2 en este coso y opina que lo va a conseguir igualmente a base de calidad. Una calidad a la que cree que se prestan los toros de Atanasio, que también pidió para una de sus tardes.

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