Políticos y ecologistas planean importar osos pardos para repoblar los Pirineos

Cazadores, biólogos, zoólogos, alcaldes y otros políticos se encerraron hace una semana en un hotel de Betrén (valle de Arán) para discutir el futuro de los 15 osos pardos de los Pirineos. Los participantes llegaron de Madrid, Cantabria, Andorra, Francia, Cataluña y Aragón. Faltaron los representantes leoneses y navarros. Todos deben ponerse de acuerdo antes de 20 años, período límite para la regeneración del oso pirenaico. En la reunión se puso de relieve la posibilidad de importar ejemplares de Eslovenia para repoblar los Pirineos.

Vaga por el Pirineo catalán un único oso, según los z...

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Cazadores, biólogos, zoólogos, alcaldes y otros políticos se encerraron hace una semana en un hotel de Betrén (valle de Arán) para discutir el futuro de los 15 osos pardos de los Pirineos. Los participantes llegaron de Madrid, Cantabria, Andorra, Francia, Cataluña y Aragón. Faltaron los representantes leoneses y navarros. Todos deben ponerse de acuerdo antes de 20 años, período límite para la regeneración del oso pirenaico. En la reunión se puso de relieve la posibilidad de importar ejemplares de Eslovenia para repoblar los Pirineos.

Vaga por el Pirineo catalán un único oso, según los zoólogos; a Aragón le quedan dos, y a Francia, 12, pero de aquí a 20 años no quedará ni uno. Así que, por orden de la Comunidad Europea, cada tres meses se sientan en una mesa políticos y naturalistas de tres países y otras tantas autonomías.Los técnicos catalanes expusieron su plan de compra de 24 osos de la República de Eslovenia, dispuestos a colocarlos en tres años en 100.000 hectáreas del valle de Arán y del Pallars Subirá. A los franceses no les pareció mala idea. El Gobierno francés tiene más prisa que el español, porque sólo posee osos en los Pirineos, mientras que España posee casi un centenar en Cantabria.

Sin embargo, la representación aragonesa frenó algo la idea catalana. Los aragoneses aún confían en la reproducción de la raza, por escasa que sea. En realidad, al director general de Ordenación Rural de Aragón, José Vicente Lacasa, no le gusta ninguna suelta de osos: "Nosotros con los dos que tenemos hemos pagado en un año tres millones de pesetas en subvenciones por la muerte de ganado". Según la mayoría de los naturalistas, la regeneración de la especie es casi imposible por debajo de los 50 ejemplares. Pese a ello, el Gobierno aragonés inició el pasado año una política de protección del medio ambiente del oso, como es la prohibición de cazar jabalíes durante el invierno, para facilitar el alimento a los dos osos maños.

Los políticos catalanes, siguiendo con su ejemplo esloveno, recordaron que en esa república, en 20 años, la población de osos se ha multiplicado por 10, "hasta el punto de permitir su aprovechamiento cinegético". Los biólogos, sin embargo, ocultaron, para no alarmar a los alcaldes de los futuros pueblos afectados, que ha habido cuatro accidentes mortales en Yugoslavia.

El estudio catalán hace hincapié en que, por ejemplo, el parque de los Abruzzos (Italia), recibe un millón de turistas y los comercios se han multiplicado por cuatro. Globalmente se obtiene 100 veces más riqueza con este modelo de desarrollo que con la explotación forestal.

El naturalista cántabro Guillermo Palomero criticó algunos aspectos del proyecto de la Generalitat y puso sobre la mesa la posibilidad del cruce de animales. Él tenía dos osas cántabras capturadas hace unos meses a cazadores furtivos. Sólo faltaba el macho. Un francés dijo que ellos tenían uno. Pues crucémoslos, dijeron todos. Madrid puso la cama: un parque del Icona en Cuenca. De allí tenía que salir el futuro oso pardo del Pirineo, fruto de la unión de una cántabra y un galo, "al fin y al cabo hasta hace tres siglos era el mismo oso", recuerda Palomero. Por un momento parecía derrotada la opción del oso yugoslavo en lugar del autóctono. Finalmente no hubo acuerdo para el cruce hispano-galo, y los políticos se despidieron de Betrén con el firme acuerdo de seguir reuniéndose.

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