Abono preferencial en Las Ventas

Toresma SA, la nueva empresa arrendataria de Las Ventas, cuyo gerente es José Luis Lozano, va a poner a la venta el abono preferencial para la temporada 1990, que empieza el próximo 4 de marzo con una corrida de toros.

Esta modalidad de abono supondrá la venta en bloque de las más importantes corridas de la temporada, incluídas las que corresponden a las tradicionales ferias de San Isidro y Otoño, si bien quienes ya son abonados a la feria de San Isidro no estarán obligados a adquirirlo.

Quienes adquieran el abono preferencial tendrán descuentos sobre el precio de taquilla y ...

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Toresma SA, la nueva empresa arrendataria de Las Ventas, cuyo gerente es José Luis Lozano, va a poner a la venta el abono preferencial para la temporada 1990, que empieza el próximo 4 de marzo con una corrida de toros.

Esta modalidad de abono supondrá la venta en bloque de las más importantes corridas de la temporada, incluídas las que corresponden a las tradicionales ferias de San Isidro y Otoño, si bien quienes ya son abonados a la feria de San Isidro no estarán obligados a adquirirlo.

Quienes adquieran el abono preferencial tendrán descuentos sobre el precio de taquilla y se les entregarán los boletos correspondientes, lo cual supone una importante ventaja. La tarjeta única que engloba todas las localidades del abono de feria, implantada la temporada última, suscitó muchas protestas pues supone para su poseedor la incomodidad de entregar la tarjeta y luego recuperarla para continuar con su uso cuando no asista a una corrida y desee ceder la entrada.

Además no disminuyó la reventa -como se pretendía- sino que la incrementó y supuso un gran negocio para quienes se dedican a esta actividad fraudulenta, ya que revendieron el abono íntegro, a precios desorbitados, antes de que empezara la feria de San Isidro.

En temporadas anteriores la actividad de la reventa fue escandalosa pues mientras cada día de corrida se agotaban las localidades, los revendedores tenían en su poder fajos de boletos que ofrecían impunemente junto a las mismas taquillas de la plaza. Pero al implantarse la tarjeta de abonado en 1989, además de la reventa global antes de la feria, algunos revendedores se reservaron varias tarjetas que "alquilaban" cada tarde, exigiendo una señal cuantiosa para asegurarse su devolución.

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