FERIA DE VALDEMORILLO

Un montaje demasiado madrugador

Salían los novilletes con las chichas mínimas imprescindibles, los pitoncillos mínimos imprescindibles, las fuerzas mínimas imprescindibles y tenía razón el público de quejarse. No es que se quejara a voces, como en Madrid -Valdemorillo no es Madrid; se nota en que el alcalde es más bajito-, sino solapadamente; es decir, por lo bajini. Y comentaba por lo bajini: pronto empiezan estos chicos con el montaje. Porque daba la apariencia de montaje. Valdemorillo tendrá alcalde bajito mas no incauto ni inexperto y sabe organizar feria buena, corridas con el toro que allá gusta, a veces excesivo d...

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Salían los novilletes con las chichas mínimas imprescindibles, los pitoncillos mínimos imprescindibles, las fuerzas mínimas imprescindibles y tenía razón el público de quejarse. No es que se quejara a voces, como en Madrid -Valdemorillo no es Madrid; se nota en que el alcalde es más bajito-, sino solapadamente; es decir, por lo bajini. Y comentaba por lo bajini: pronto empiezan estos chicos con el montaje. Porque daba la apariencia de montaje. Valdemorillo tendrá alcalde bajito mas no incauto ni inexperto y sabe organizar feria buena, corridas con el toro que allá gusta, a veces excesivo de hierbas y romana, según se ha podido comprobar en la feria. Y, sin embargo, ayer, con novilleros punteros en la palestra, uno de ellos familia de taurinos influyentes, el torujo que salió ni se parecía al de días anteriores. El torujo que salió, con las chichas mínimas imprescindibles y todo lo demás, se derrumbaba, no soportaba puya y, por si fuera poco, tenía una embestida tontuna. Algo muy sospechoso.La afición, una vez dejó constancia de su protesta en la oreja del vecino de localidad (que a lo mejor era sordo), hacía el esfuerzo de arrinconar en el olvido trapíos, poderes, bravuras, lidias, reglamentos, para disfrutar tranquilo con el buen toreo que cabe esperar cuando hay embestidas tontunas, y aprovechando que hacía una tarde propia del mayo florido. Pero tampoco le valió. Los diestros del cartel, que en otras ocasiones han interpretado ese toreo bueno, ayer estaban remisos. Torujo tontuno, público consentidor, tarde mayera, les inspiraban más bien poquito.

Navarro/ Lozano, Finito, Jesulín

Novillos de Concha Navarro, escasos de presencia, sospechosos de pitones, flojos, manejables. Luis Manuel Lozano: pinchazo perdiendo la muleta, otro, estocada corta atravesada y dos descabellos (silencio); estocada corta delantera (silencio). Finito de Córdoba: estocada atravesada que asoma y descabello; la presidencia le perdonó un aviso (ovación y salida al tercio); espadazo atravesado enhebrado, estocada corta y cuatro descabellos; la presidencia le perdonó un aviso (larga ovación y salida al tercio). Jesulín de Ubrique: pinchazo y estocada contraria que asoma; la presidencia le perdonó un aviso (ovación y salida al tercio); estocada corta atravesada que asoma, dos pinchazos, estocada corta atravesada y cuatro descabellos; la presidencia le perdonó un aviso (ovación).Plaza de Valdemorillo, 9 de febrero. Cuarta corrida de feria.

Bueno, detalles de toreo bueno sí tuvieron. Luis Manuel Lozano embarcó en redondos de mucha enjundia al primer becerrote, Finito desplegó arte en verónicas y muletazos diversos, Jesulín de Ubrique representó con absoluta fidelidad a Paco Ojeda. Sin embargo, aquel ganadín insignificante y colaborador reclamaba suertes acabadas, tandas en ligazón, faenas construídas, que además deberían ser exigibles en quienes van para figuras de la torería.

Luis Manuel Lozano hartó de pases al primero y salió a pelearse con el cuarto, como si le hubiese robado la gabardina. Fue un error pues el cuarto, que no le había robado la gabardina, se sintió muy ofendido, le pegó una voltereta y le hizo perder los papeles. Los suaves lances de recibo que dió Finito de Córdoba al segundo causaron sensación, también los redondos cargando la suerte y sólo al final ensayó unos naturales que ya el novillo no admitía. Al quinto le muleteó con oficio y únicamente brilló su reconocida clase en un extraordinario ayudado con la izquierda y en los hondos pases de pecho.

Imitación

Jesulín de Ubrique se pasó la tarde calcando a Paco Ojeda (como si no hubiera mejores cosas que hacer en este mundo), con todos los defectos propios del modelo y casi ninguna de sus virtudes, lo cual ocurre siempre en las imitaciones. O sea, que Jesulín de Ubrique toreaba con la muleta retrasada y sin ligar, provocaba parones para empalmar pases de pecho, pegaba circulares de espaldas, andaba medio de puntillas, y en cambio no creaba ese clima tenso de fusión con el toro que dio cartel al titular de la patente.A guisa de balance, la afición le comentaba -por lo bajini- al vecino de al lado que el montaje se había notado mucho, el vecino de al lado respondía "Yo como de todo" y no había nada más que comentar. La presencia de los ministros de Interior, Trabajo y Justicia -que presidió la corrida-, ya había sido comentadada por la afición al principio, con complacencia. Así que, acabado aquello, cada cual se buscó la vida por donde pudo, y resultó que donde casi todos pudieron fue en los asadores valdemorillanos, dándole fiesta al solomillo.

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