UNA NUEVA EUROPA

La URSS logra salvar la aparente unidad del CAME

ENRIC GONZÁLEZ ENVIADO ESPECIAL, La Unión Soviética consiguió salvar en el último momento la unidad, al menos aparente, de los países del CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica), cuya reunión anual concluyó desordenadamente ayer en Sofía (Bulgaria). A las dos de la tarde, un portavoz checoslovaco declaró que su delegación se había desvinculado de varios puntos del comunicado final, añadiendo a pie de página "tres o cuatro objeciones". A las 18.15, cuando fue por fin distribuido el comunicado -sólo en ruso-, éste carecía de reservas y de notas de país alguno y se limitaba a admitir la necesidad...

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ENRIC GONZÁLEZ ENVIADO ESPECIAL, La Unión Soviética consiguió salvar en el último momento la unidad, al menos aparente, de los países del CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica), cuya reunión anual concluyó desordenadamente ayer en Sofía (Bulgaria). A las dos de la tarde, un portavoz checoslovaco declaró que su delegación se había desvinculado de varios puntos del comunicado final, añadiendo a pie de página "tres o cuatro objeciones". A las 18.15, cuando fue por fin distribuido el comunicado -sólo en ruso-, éste carecía de reservas y de notas de país alguno y se limitaba a admitir la necesidad de "una renovación radical de la actividad del Consejo".

El comunicado, una escueta hoja de papel de tres párrafos, señalaba la decisión conjunta de "crear una comisión especial para discutir las propuestas de los países sobre problemas fundamentales en la colaboración y para elaborar en muy breve plazo el proyecto de un nuevo documento básico del CAME".La URSS no se opuso radicalmente, durante las reuniones, a la anunciada creación de un "círculo interno" compuesto por Checoslovaquia, Hungría y Polonia, los tres países del CAME que aspiran a ingresar un día en la CE. Pero sí exigió en todo momento que la creación de tal círculo fuera "paulatina y gradual".

Tras la clausura de la reunión, y mientras aún se negociaba el contenido del comunicado final, una fuente soviética declaró de forma tajante que "nadie puede abandonar ahora la organización, por tres razones: una, que existen compromisos multilaterales que nos ligan a unos con otros al menos hasta 1991; dos, que es una locura abandonar una casa sin haber conseguido otra; y tres, que los demás socios dependen claramente de la asistencia de la URSS".

Praga-Varsovia-Budapest

La misma fuente, que dijo no poder imaginar a Checoslovaquia comprando petróleo en el mercado internacional, a 20 dólares el barril, admitió que a medio plazo el CAME sufriría "cambios de emorme importancia, que ahora mismo nadie puede atreverse a aventurar". El jefe de la delegación de la URSS, el primer ministro Nikolai Rishkov, hizo posteriormente unas declaraciones en las que ironizó sobre el eje Praga-Varsovia-Budapest, comentando que él más bien adivinaba "un eje Praga-Bonn-Berlín".

La delegación checoslovaca mantuvo posiciones decididamente prooccidentales y favorables a la economía de mercado, al igual que la húngara, uno de cuyos miembros ciemplificó la división del CAME como la de "dos trenes cuyo recorrido es paralelo y no pueden encontrarse jamás". Uno de los asuntos que suscitó mayores discusiones -palabra literalmente recogida en el comunicado, aunque con el calificativo de "constructivas"- fue el acuerdo de Karl Marx Statt (RDA), por el que se fijó el sistema de ponderación monetaria para el comercio interno del CAME. Checoslovaquia insistió una y otra vez en desvincularse de tal acuerdo, para poder establecer unilateralmente una paridad de su moneda frente a las divisas occidentales. Finalmente, aceptó dejar el asunto en manos de la Comisión de Finanzas de la organización, cuya próxima reunión oficial está prevista para el próximo mes de junio, en Praga.

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La comisión especial que estudiárá la reforma del CAME empezará a trabajar la semana próxima, y debe tener listos sus informes antes de la próxima reunión ordinaria, que se celebrará en Budapest (Hungría) este mismo año. La reunión finalizada ayer correspondía a 1989, y había sido aplazada varias veces por los imprevistos cambios políticos en los países de Europa del Este. La confusión e incertidumbre con que se desarrolló la últimajornada de la cumbre de Sofía quedó reflejada en la supuesta conferencia de prensa final, convocada para las 12.30 horas de ayer.

A esa hora, ante unos 200 periodistas, el responsable de información del CAME se sentó en solitario frente al micrófono para mantener el siguiente diálogo: "La conferencia de prensa prevista para este momento ha sido aplazada". "¿A qué hora se celebrará?". "No estoy en condiciones de asegurarlo". "Pero, ¿se celebrará?". "No estoy en condiciones de asegurarlo". "¿Puede dar alguna información?". "Puedo comunicarles que esta tarde, a las 18.30, les será ofrecido un cóctel. Eso es todo".

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