EUROPA CAMBIA

La tentación sandinista

"Saludarnos la creación de nuevos partidos y creemos que cuantos más haya, mejor. Estamos dispuestos a establecer una mesa redonda con otros partidos, y la creemos útil". Estas afirmaciones de Silviu Brucan, un hombre que ha demostrado su integridad en los últimos años y quie, como muchos miembros del Consejo del Frente de Salvación Nacional (FSN), goza de gran autoridad moral en la nueva Rumanía, no puede desviar la atención de los numerosos síntomas de que está creciendo la tentación sandinista en el seno de esta heterogénea formación que ha tomado el poder en Rumanía con el Ejército....

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"Saludarnos la creación de nuevos partidos y creemos que cuantos más haya, mejor. Estamos dispuestos a establecer una mesa redonda con otros partidos, y la creemos útil". Estas afirmaciones de Silviu Brucan, un hombre que ha demostrado su integridad en los últimos años y quie, como muchos miembros del Consejo del Frente de Salvación Nacional (FSN), goza de gran autoridad moral en la nueva Rumanía, no puede desviar la atención de los numerosos síntomas de que está creciendo la tentación sandinista en el seno de esta heterogénea formación que ha tomado el poder en Rumanía con el Ejército.El FSN va a presentar a sus candidatos en las elecciones que, en principio, se celebrarán en abril, y no concede posibilidad práctica a los partidos de la era precomunista o a los recién creados de dar a conocer su programa y crear una mínima infraestructura. Brucan afirmó que "la juventud" pidió que las elecciones fueran en marzo o abril, y no en julio o agosto como ellos deseaban.

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"El Frente participará en las elecciones con la decisión de utilizar todo su poder. Es infantil pensar que alguien que se presenta a las elecciones va a ser imparcial". En estas frases, sinceras como lo es Brucan, se percibe la citacla tentación de no desmantelar el aparato de¡ partido comunista, sino utilizarlo para un frente que por su gesta de ponerse a la cabeza de la revolución contra el déspota tieinte un inmenso capital político en la Rumanía actual.

El Ejército, que asegura se alejará pronto de la política, parece albergar también la intención de compensar todos los años en que ha sido la cenicienta del país frente a la omnipotente y, privilegiada Securitate. Ion lliescu es un hombre de Moscú; Brucan también lo es en cierta manera. La posibilidad del acceso de los otros partidos a los medios de coinunicación y al dinero que le ha sido robado durante décadas al pueblo rumano será la prueba capital que eberán dar las nuevas autoridades rumanas

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