Acuerdo entre Agricultura, Ebro y CIA para la fusión de las dos empresas azucareras prevista para hoy

Las empresas azucareras Ebro y Compañía de Industrias Agrícolas (CIA), han llegado a un acuerdo con el Ministerio de Agricultura sobre las condiciones para acometer el proceso de fusión que está previsto se haga público en la jornada de hoy. Este compromiso supone, entre otros puntos, la intransferibilidad de las cuotas a empresas extranjeras, el respeto de los derechos de los cultivadores, la apertura de centros de recogida allí donde se produzca el cierre de alguna fábrica y un amplio plan de inversiones superior a los 15.000 millones de pesetas para mejorar la tecnología de las plantas.
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Las empresas azucareras Ebro y Compañía de Industrias Agrícolas (CIA), han llegado a un acuerdo con el Ministerio de Agricultura sobre las condiciones para acometer el proceso de fusión que está previsto se haga público en la jornada de hoy. Este compromiso supone, entre otros puntos, la intransferibilidad de las cuotas a empresas extranjeras, el respeto de los derechos de los cultivadores, la apertura de centros de recogida allí donde se produzca el cierre de alguna fábrica y un amplio plan de inversiones superior a los 15.000 millones de pesetas para mejorar la tecnología de las plantas.

Según fuentes cercanas a la Administración, la fusión en marcha entre las empresas Ebro y CIA constituye la posibilidad de hacer un grupo azucarero español fuerte en línea con los movimientos de uniones que se han producido recientemente en otros países de la CE y para situar al grupo más cerca de los niveles de empresas como British Sugar o el grupo Ferruzzi con Eridania y Beghin-Say. La cuota azucarera de Ebro asciende a 326.000 toneladas en sus empresas propias y la de CIA es de 197.000 toneladas. En las empresas participadas de El Carpio en Córdoba y Ciudad Real, la cuota de ambas firmas asciende a otras 30.000 toneladas lo que supondrá la creación de un nuevo grupo con 553.000 toneladas, que le sitúa en cuarto puesto de la Comunidad Europea.El Ministerio de Agricultura no ha puesto obstáculos en apoyar el proyecto de fusión al comprometerse ante el nuevo grupo a una serie de acuerdos que en líneas generales pretenden garantizar los derechos de los cultivadores españoles y lograr una mayor competitividad del con unto del sector remolachero azucarero español ante el mercado único. Las empresas CIA y Ebro se han obligado a no transferir sus cuotas azucareras a otras empresas no españolas.

Compromiso de las empresas

La luz verde para el proyecto de fusión supone también el compromiso de las dos empresas para respetar los derechos históricos de los cultivadores de remolacha, tal como sucede en este momento. Aunque las cuotas son de las industrias, la remolacha ha sido históricamente de los productores y se respetan sus derechos en base a los acuerdos interprofesionales.Caso de producirse cierres de empresas en un futuro, las dos firmas se comprometen tras la fusión a negociar esos desmantelamientos con los sindicatos. En todo caso, en cada fábrica eliminada se debe mantener abierto un centro de recepción para no perjudicar los intereses de los agricultores. De esta forma se pretende que, si un agricultor cesa en su actividad remolachera, sea por voluntad propia y no forzado por un cierre o unos mayores gastos de transporte. El compromiso fusión con Agricultura contempla la inversión de las dos empresas de 15.000 millones de pesetas en un plan para la mejora tecnológica de las plantas y lograr la máxima competitividad. Igualmente, en esta línea para mejorar el cultivo remolachero-azucarero, hay un compromiso para revisar el actual Plan Objetivo 1992 por el que las industrias han asignado 2.000 millones de pesetas para estos fines.

La Administración española tiene la posibilidad de variar anualmente el 10% de las cuotas remolacheras. Sin embargo, esta potestad, en principio, no se va a ejercer en cuanto las industrias están cumpliendo sus compromisos de molturación en cada zona.

En medios de la Administración, más que esta fusión entre Ebro y CIA con este compromiso por delante, preocupa la posibilidad de que grandes firmas comunitarias como General Sucriere o British Sugar puedan haber adquirido participaciones en Sociedad General Azucarera. La fusión de CIA y Ebro garantizaría el estatus remolachero para el 55% de la cuota nacional de azúcar.

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