Rubalcaba defiende la ampliación de la escolaridad obligatoria

El secretario de Estado de Educación y Ciencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, defendió ayer, en la sesión de clausura de la IV Semana Monográfica de la Fundación Santillana, el objetivo de ampliar el período de escolaridad obligatoria (y consecuentemente su gratuidad), una de las metas del proyecto de reforma que el Gobierno enviará próximamente al Parlamento.

Pérez Rubalcaba salió así al paso de cierta tendencia a generalizar el principio según el cual toda expansión del sistema educativo genera forzosamente un deterioro del mismo para concluir en la fatal contraposición entre cantidad ...

El secretario de Estado de Educación y Ciencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, defendió ayer, en la sesión de clausura de la IV Semana Monográfica de la Fundación Santillana, el objetivo de ampliar el período de escolaridad obligatoria (y consecuentemente su gratuidad), una de las metas del proyecto de reforma que el Gobierno enviará próximamente al Parlamento.

Pérez Rubalcaba salió así al paso de cierta tendencia a generalizar el principio según el cual toda expansión del sistema educativo genera forzosamente un deterioro del mismo para concluir en la fatal contraposición entre cantidad y calidad. Esta ya mítica cuestión en el debate sobre las políticas educativas se la había planteado él mismo, según contó el secretario de Estado, al norteamericano Philip Coombs, que ha dedicado mucho tiempo al análisis de las reformas de los sistemas educativos. Pérez Rubalcaba hizo suya la respuesta de Coombs, vicepresidente del Consejo Internacional para el Desarrollo de la Educación y uno de los ponentes de la semana monográfica: "La calidad de la educación es la suma de lo que saben todos. Es preferible muchos sabiendo poco a que sólo unos pocos sepan mucho".

Ricardo Diez Hochleitner, vicepresidente de la Fundación Santillana y director técnico de la semana -Prospectiva, reformas y planificación de la Educación fue el tema de la misma- subrayó que este seminario internacional, no ha sido un debate nostálgico sobre reformas pasadas, sino una reflexión sobre el futuro, al hilo de la nueva e inminente reforma. Un futuro amenazado por muchos de los aspectos negativos del desarrollo tecnológico y que, según Díez Hochleitner, requerirá unas grandes dosis de previsión e imaginación.