Tregua de los narcotraficantes en su guerra contra el Gobierno colombiano

Los narcotraficantes colombianos han expresado con una tregua unilateral su beneplácito ante la posibilidad de que la concesión o no de la extradición se someta a consulta popular, según una propuesta de la Cámara de Representantes de Colombia. El alto el fuego en esta guerra declarada entre el Gobierno y los jefes del tráfico de drogas, que empezó el 18 de agosto, entró en vigor el domingo y no se ha puesto plazo a su fin.

El presidente de la Cámara, Norberto Morales Ballesteros, con quien se pusieron en contacto "representantes de los extraditables" el pasado fin de semana,...

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Los narcotraficantes colombianos han expresado con una tregua unilateral su beneplácito ante la posibilidad de que la concesión o no de la extradición se someta a consulta popular, según una propuesta de la Cámara de Representantes de Colombia. El alto el fuego en esta guerra declarada entre el Gobierno y los jefes del tráfico de drogas, que empezó el 18 de agosto, entró en vigor el domingo y no se ha puesto plazo a su fin.

El presidente de la Cámara, Norberto Morales Ballesteros, con quien se pusieron en contacto "representantes de los extraditables" el pasado fin de semana, señaló que la tregua es para respaldar la petición parlamentaria de que se incluya en el plebiscito que se celebrará el 21 de enero un artículo que permita a los colombianos opinar sobre la medida de extradición puesta en vigor por el presidente Virgilio Barco para combatir el narcotráfico.Los ciudadanos de Colombia tienen derecho, según la propuesta de la Cámara, presentada por una comisión de liberales y conservadores -los dos principales partidos del país-, a emitir un o un no sobre la "extradición de colorriblanos o delincuentes político-sociales".

Los extraditables, como se han autodenominado los narcotraficantes sobre los, que pesa una reclamación de las autoridades de otro país, que generalmente es EE UU, "des,ean que sea el pueblo el que declida sobre su suerte", declaró Norberto Morales.

Ésta no es la primera vez que Morales recibe comunicados de los narcotraficantes, antes, que a mediados de septiembre le hicieron saber, a través de una llamada de teléfono, su interés en negociar su reinserción social y dialogar con el Gobierno. El presidente de la Cámara de Representantes admitió haber hablado por teléfono con Pablo Escobar y José Gonzalo Rodríguez Gacha, los números uno y dos del cártel de Medellín, la más importante organización de narcos del mundo.

El político colombiano no descartó la posibilidad de que los narcotraficarites, que se supone encabezan la.s ofensivas contra el Gobierno y la población civil colombiana desde que se inició la guerra, vuelvan a ponerse en contacto con él. "Si es para contribuir a la pacificación de Colombia, estoy dispuesto", dijo.

Los narcotraficantes, que han hecho estallar más de 200 bombas en las principales ciudades de Colombia en los últimos tres meses y son directamente responsables de la muerte de medio centenar de personas en el mismo período de tiempo, insisten en que el diálogo es el único camino para detener esta guerra entre ellos y el Gobierno.

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Hasta ahora, la única condición de los traficantes de drogas para su arrepentimiento es la abolición de la extradición, que, por otra parte, no está incluida en la Constitución colombiana. Los que defienden esta opción piensan que es la única manera de hacer frente a poderosas organizaciones que han debilitado a base de sobornos la Administración.

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