ECOLOGÍA

Los barcos incineradores de residuos tóxicos 'Vulcanus I' y 'Vulcanus II' se han puesto a la venta

La empresa Ocean Combustion Service (OCS), especializada en la quema de residuos tóxicos industriales procedentes de varios países europeos en el mar del Norte, ha decidido poner a la venta sus buques incineradores Vulcanus I y Vulcanus II, según informa la organización ecologista Greenpeace, que cita como fuente el boletín internacional sobre buques Lloyds List del pasado 22 de noviembre. Los directivos de OCS en España se encontraban ayer ilocalizables, y, por tanto, este periódico no pudo recoger su versión.

La empresa Terminales Químicos, SA (Terquisa), de Santander, donde se almace...

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La empresa Ocean Combustion Service (OCS), especializada en la quema de residuos tóxicos industriales procedentes de varios países europeos en el mar del Norte, ha decidido poner a la venta sus buques incineradores Vulcanus I y Vulcanus II, según informa la organización ecologista Greenpeace, que cita como fuente el boletín internacional sobre buques Lloyds List del pasado 22 de noviembre. Los directivos de OCS en España se encontraban ayer ilocalizables, y, por tanto, este periódico no pudo recoger su versión.

La empresa Terminales Químicos, SA (Terquisa), de Santander, donde se almacenan los tóxicos que luego transportan hasta el mar del Norte los buques de OCS, desconoce que se hayan puesto en venta los buques incineradores, Vulcanus I y Vulcanus II. Fuentes de la empresa afirmaron, sin embargo, que éste último permaneció atracado el pasado lunes en el puesto de Santander.El buque cargó 1.600 toneladas de residuos tóxicos y peligrosos procedentes en su mayor parte de la industria farmacéutica radicada en los polígonos industriales cercanos a Barcelona. El Gobierno español concedió este año a OCS un permiso para incinerar en el mar del Norte 12.000 toneladas de residuos, cuatro veces más que el pasado año, según Greenpeace.

Emilio Martín, jefe del servicio de contaminación marítima de la Dirección General de la Marina Mercante, que es la que otorga este permiso, manifestó a este periódico que OCS no se había dirigido a ese organismo para renovar el actual permiso, que finaliza el próximo 12 de enero. Martín añadió que el Vulcanus II sólo había incinerado este año 4.000 toneladas de residuos españoles en el mar del Norte, a pesar de lo cual la empresa parecía estar decidida a pedir un nuevo permiso de incineración.

Si estos buques en venta pasan a depender de otra empresa, pero realizan las inspecciones correspondientes en la Asociación de Buques de Holanda, podrán seguir incinerando residuos españoles en aguas del mar del Norte hasta 1994, comentó el técnico de la Dirección General de la Marina Mercante. Martín añadió que este año la República Federal de Alemania había incinerado en aguas nórdicas 80.000 toneladas de residuos, otras 18.000 toneladas el Reino Unido y 12.000 toneladas más Francia todas ellas con el Vulcanus II. El Vulcanus I se encuentra amarrado en Holanda desde hace un año.

Plantas de tierra

La incineración de residuos en el mar está regulada por los convenios de Londres y de Oslo, que prevén que estas prácticas incineradoras finalicen en 1994. No obstante, algunos estudios científicos recomiendan que estas prácticas concluyan en 1992. La mayor parte de los países europeos está tratando de reducir la incineración marina y levantando plantas de incineración en tierra, siguiendo las recomendaciones de la convención de Oslo.En esta situación se encuentra España, que va a poner en funcionamiento el Plan Nacional de Residuos Tóxicos a partir de 1990, con la construcción de varias plantas incineradoras en tierra. La ubicación de estas plantas aún no ha sido determinada, pero podrían construirse en Madrid, Valencia, Huelva, Cataluña y el País Vasco, según han repetido en varias ocasiones fuentes de la Dirección General de Medio Ambiente (DGMA).

España, según las mismas fuentes de la DGMA, produce cada año alrededor de 1.700.000 toneladas de residuos tóxicos y peligrosos. Unas 240.000 toneladas se destinan a la incineración, otras 976.000 toneladas van a depósitos de seguridad, y alrededor de 490.000 toneladas pasan por algún tipo de tratamiento físico-químico. Sin embargo, fuentes de la Administración han admitido en ocasiones que hasta un 60% de este tipo de residuos tiene un destino final bastante oscuro.

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