Bush amenaza con reanudar la ayuda militar a la 'contra'

El presidente de Estados Unidos, George Bush, amenazó ayer con reanudar la ayuda militar norteamericana a la contra nicaragüense si su homólogo Daniel Ortega decide romper el alto el fuego unilateral decretado por el Gobierno sandinista hace 19 meses en sus operaciones contra la guerrilla. En los momentos actuales, Estados Unidos facilita sólo ayuda humanitaria a los rebeldes antisandinistas.El anuncio de su disposición a reconsiderar la posición actual norteamericana con relación a la contra fue hecho por Bush en el transcurso de una conferencia de prensa en la Casa Blanca, conv...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El presidente de Estados Unidos, George Bush, amenazó ayer con reanudar la ayuda militar norteamericana a la contra nicaragüense si su homólogo Daniel Ortega decide romper el alto el fuego unilateral decretado por el Gobierno sandinista hace 19 meses en sus operaciones contra la guerrilla. En los momentos actuales, Estados Unidos facilita sólo ayuda humanitaria a los rebeldes antisandinistas.El anuncio de su disposición a reconsiderar la posición actual norteamericana con relación a la contra fue hecho por Bush en el transcurso de una conferencia de prensa en la Casa Blanca, convocada para anunciar la celebración de una cumbre en diciembre entre el presidente estadounidense y el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov.

Más información

Preguntado si una reanudación de la ayuda militar a la contra nicaragüense, cancelada en la primavera de 1985 por el Congreso norteamericano tras una fuerte polémica con la administración de Ronald Reagan, constituía todavía una opción viable, Bush fue tajante en su respuesta. "Reconsideraría la situación en un minuto si el alto el fuego es roto", dijo Bush.

El anuncio de que los sandinistas habían decidido romper unilateralmente la tregua como consecuencia de un enfrentamiento en el norte de Nicaragua en el que, según Managua, 19 soldados habían muerto como consecuencia de un ataque de la guerrilla, fue hecho por el presidente Daniel Ortega el pasado viernes en Costa Rica en la cumbre panamericana, convocada por el primer mandatario costarricense, Óscar Arias, para celebrar el centenario del establecimiento de la democracia en Costa Rica.

La decisión de Ortega cayó como una bomba en la reunión y fue fuertemente criticada no sólo por Bush sino por todos los líderes democráticos del hemisferio que habían acudido a San José. El presidente norteamericano llegó incluso a la descalificación personal de Ortega, a quien se refirió despectivamente como "ese pequeñajo".

La opinión generalizada en Washington era que Ortega había cometido un error de bulto con su anuncio, calificado, incluso entre los simpatizantes del régimen sandinista en la capital norteamericana, de inoportuno. El influyente senador Robert Dole, líder de la minoría republicana en el Senado, tenía la intención de presentar ayer en la Cámara Alta una resolución de condena a Ortega. Por su parte, el líder de la mayoría demócrata, senador George Mitchell, dijo que las declaraciones de Ortega eran "imprudentes" al tiempo que expresaba su esperanza de que el proceso electoral nicaragüense siguiera adelante.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Posible mediación

El presidente Ortega, por su parte, manifestó el lunes en unas declaraciones a la cadena de televisión NBC que tenía intención de pedir al ex candidato demócrata a la presidencia, el reverendo Jesse Jackson, que sirviera de mediador con el Congreso nortemericano para intentar conseguir que la ayuda humanitaria que presta Washington a la contra fuera canalizada a través de Naciones Unidas para conseguir la desmovilización de los rebeldes. La posible mediación de Jackson mereció un comentario despectivo de Bush. "[Esa mediación.] no me intersa demasiado", comentó el presidente.

Archivado En