Manuel Garnacho asegura que UGT es "un híbrido de sindicato y partido político"

El secretario general de la federación ugetista de la construcción Manuel Garnacho, defenderá en el próximo congreso de UGT que se dé un nuevo empuje para sindicalizar las estructuras de la central. En su opinión, la organización es ahora "un híbrido de sindicato y partido político-bis", y por ello reclamará mayor financiación y poder para las federaciones de industria en detrimento de las uniones territoriales, siguiendo los modelos de las organizaciones sindicales suecas y alemanas.

Manuel Garnacho se muestra contrario a que las federaciones de industria y las uniones territoriales se...

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El secretario general de la federación ugetista de la construcción Manuel Garnacho, defenderá en el próximo congreso de UGT que se dé un nuevo empuje para sindicalizar las estructuras de la central. En su opinión, la organización es ahora "un híbrido de sindicato y partido político-bis", y por ello reclamará mayor financiación y poder para las federaciones de industria en detrimento de las uniones territoriales, siguiendo los modelos de las organizaciones sindicales suecas y alemanas.

Manuel Garnacho se muestra contrario a que las federaciones de industria y las uniones territoriales se sigan financiando como hasta ahora, con una distribución de las cuotas de los afiliados a partes iguales -el 50% para cada una-. Por ello en el próximo congreso confederal de UGT, que se celebrará en el mes de abril, va a defender que se potencien las estructuras profesionales, argumentando que son las federaciones las que tratan los grandes temas sectoriales.Para lograr ese objetivo cree que son precisos mayores medios financieros, técnicos y humanos, ya que ahora adolecen, por ejemplo, de equipos de expertos que les asesoren en las negociaciones sectoriales. El criterio de Garnacho es que las organizaciones territoriales deben quedar reducidas a una estructura de apoyo que supla las carencias de las organizaciones profesionales y lleguen donde éstas no alcanzan y puntualizó que su objetivo "no es cargarnos las uniones".

El dirigente de la construcción asegura que ninguna confederación europea tiene una estructura territorial tan importante como la que cuenta la central ugetista y ese tampoco era su modelo histórico. Para Garnacho, ahora "la UGT no es un sindicato, sino un híbrido de organización sindical y partido político-bis".

En el congreso confederal, los dirigentes de construcción, como ya hicieron ante el comité, defenderán que se vuelva a ratificar que la UGT es un sindicato de inspiración socialista.

Convenio general

Esta federación sigue ahora trabajando en la negociación del convenio general de la construcción, que desde hace un mes viene discutiendo con los empresarios y con Comisiones Obreras. El objetivo de la central es racionalizar y modernizar las condiciones laborales del sector y una de las propuestas que llevará a la mesa persigue ordenar los 38 conceptos salariales y reducirlos a cuatro. Estos son: salario base y pagas extras, que deben concentrar el 90% de la remuneración; los pluses salariales (5%) y los pluses extrasalariales (5% restante).En contratación laboral, la UGT pretende que el sector se rija con dos modalidades: la relación fija y el contrato por duración de obra. Asimismo va a proponer la sustitución del concepto "antigüedad en la empresa" por la "antigüedad en el sector", como ya existe en una experiencia acordada en Asturias. También en esa comunidad autónoma existe una experiencia piloto para la formación profesional en la que empresas y sindicatos gestionan paritariamente los programas y que se quiere aplicar también en el convenio general.

Los Ministerios de Trabajo, Educación y Presidencia del Gobierno están interesados en el proceso negociador sobre formación profesional para que sirva de pauta en otros sectores y ya han mantenido reuniones informativas con los dirigentes de la construcción. Manuel Garnacho adelantó ayer que, después de las elecciones legislativas del 29 de octubre, la patronal de construcción, su sindicato y CC OO se reunirán con los responsables de Trabajo para pedirles su participación en el proyecto. El sector quiere gestionar los 10.000 millones de pesetas procedentes de la cuota de formación y planificar un programa adaptado a las ofertas de empleo.

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