España ha aplicado de forma suavizada las sanciones de la Comunidad Europea contra China

El Gobierno español ha hecho una interpretación suavizada de las sanciones contra, China que, a raíz de la matanza de Tiananmen, aprobaron los jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Europea durante su reunión del pasado 27 de junio en Madrid. Fuentes gubernamentales consideran que "no se puede tirar por la borda el trabajo de 10 años por unos hechos que son lamentables, pero coyunturales". Para el Ejecutivo las medidas de la CE no afectan al crédito que, por valor de 450 millones de dólares (54.000 millones de pesetas), se comprometió España a conceder a China en enero.

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El Gobierno español ha hecho una interpretación suavizada de las sanciones contra, China que, a raíz de la matanza de Tiananmen, aprobaron los jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Europea durante su reunión del pasado 27 de junio en Madrid. Fuentes gubernamentales consideran que "no se puede tirar por la borda el trabajo de 10 años por unos hechos que son lamentables, pero coyunturales". Para el Ejecutivo las medidas de la CE no afectan al crédito que, por valor de 450 millones de dólares (54.000 millones de pesetas), se comprometió España a conceder a China en enero.

La cumbre comunitaria de Madrid aprobó, bajo presidencia española, una serie de sanciones contra las autoridades de Pekín, entre las que destacan la "interrupción de la cooperación militar y el embargo sobre el comercio de armas", la "suspensión de contactos bilaterales ministeriales y de alto nivel", el "aplazarniento de nuevos proyectos de cooperación, tanto de la Comunidad Europea como de los Estados miembros" y el "aplazamiento del examen de nuevas peticiones de seguros de crédito y el aplazamiento del examen de nuevos créditos del Banco Mundial".El embargo en la venta de armas ni siquiera se ha planteado, ya que China no es un cliente habitual de España en este tipo de productos. En cambio, sí ha existido un breve debate Y un acuerdo entre todos los departamentos implicados en torno a la interpretación que cabe dar a las sanciones económicas.

Dicho acuerdo ha consistido básicamente en los siguientes puntos: mantener el crédito a corto plazo, pues su interrupción llevaría a la ruptura de las relaciones comerciales con China, y no era esa la intención de la cumbre de la CE; considerar que los "proyectos de cooperación" son únicamente aquellos que conllevan transferencia de tecnología o donación de fondos y no todos los que se financian con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo; aplicar los compromisos a medio o largo plazo adquiridos con anterioridad a la cumbre de Madrid; continuar las conversaciones sobre nuevos proyectos, pero retrasarlas para evitar que haya que adoptar una decisión en estos momentos.

La interpretación realizada por el Gobierno ha sido "literal y restrictiva", lo que, dada la ambigüedad de las resoluciones, significa lo menos perjudicial posible para las relaciones comerciales entre los dos países, pues otra cosa hubiera resultado "probablemente contraproducente, además de inútil".

Desde esa perspectiva, el Gobierno, ha considerado que la puesta en práctica del protocolo financiero firmado en enero con las autoridades chinas no se ve afectada por las sanciones comunitarias, ya que su contenido fue comunicado a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) antes de las sanciones de la CE, que por otra parte no tienen carácter vinculante.

Préstamos 'blandos'

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En virtud de dicho protocolo, que no ha pasado por las Cortes, España prestará a China 450 millones de dólares (54.000 millones de pesetas), 200 de ellos (24.000 millones de pesetas) con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD). El pasado mes de junio, poco después de los sucesos de Tiananmen, la comisión interministerial encargada de aprobar los créditos FAD. recomendó al Gobierno, por unanimidad de todos sus miembros, la concesión de tres préstamos blandos, a bajo interés y corto plazo, por un monto total de 52,25 millones de dólares (6.270 millones de pesetas). Según el Ministerio del Portavoz del Gobierno, estos créditos todavía no han sido examinados por la Comisión de Subsecretarios.

Fuentes de la Embajada de la República Popular China en Madrid cifran en 820 millones de dólares (98.400 millones de pesetas) el volumen total de los créditos que el Gobierno español se ha comprometido a conceder a su país. A los 450 millones de dólares del protocolo de enero suman los 350 millones anunciados por Felipe González durante su visita a Pekín, en septiembre de 1985, y los 20 millones dedicados exclusivamente a pequeñas y medianas empresas.Inmediatamente después de los sucesos de Tiananmen, a principios de junio, visitaron España dos delegaciones oficiales chinas: una del Ministerio de Comercio Exterior y otra del Banco Mundial. Esta última rubricó con el Instituto de Crédito Oficial un acuerdo marco en el que se fijan las condiciones para la concesión de futuros préstamos. "En los contactos con las autoridades españolas", afirman en la representación diplomática china, "no se nos ha dicho que vayan a cancelarse los créditos comprometidos". "Es cierto que la Comunidad Europea aprobó unas sanciones, pero sus miembros siguen interesados en hacer negocios con nuestro país, y España no es una excepción", concluyen las citadas fuentes.El embajador en Madrid, Tao Yuan, a su regreso de Pekín, donde participó en una reunión de los representantes diplomáticos de China en todo el mundo, ha mantenido contactos con diversos sectores empresariales para convencerles de que su país mantendrá la política de liberalización y apertura económica.La misma línea de tibieza mantenida por el Gobierno español con respecto a China ha sido la seguida por los organismos financieros internacionales. El director de la oficina europea del Banco Mundial,. Olivier Lafourcade, admitió el pasado día 17 que dicha institución no había adoptado ninguna medida en contra del Gobierno de Pekín.

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