El 'cowboy' Shevardnadze
¿Qué hacen dos chicos como Shevardnadze y Baker en un escenario como éste, un rancho propiedad del secretario de Estado en Jackson Hole, en pleno Oeste americano, a tiro de piedra del majestuoso parque nacional del Grand Teton, discutiendo la paz mundial? El lugar de la reunión, criticado por algunos comentaristas como "sitio
más idóneo para unas vacaciones escolares", fue propuesto por Baker durante su última entrevista con su homólogo soviético en París.
Hasta ahora el único quebradero de cabeza que ha causado, aparte de la logística que el Departamento de Estado se ha vist...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
¿Qué hacen dos chicos como Shevardnadze y Baker en un escenario como éste, un rancho propiedad del secretario de Estado en Jackson Hole, en pleno Oeste americano, a tiro de piedra del majestuoso parque nacional del Grand Teton, discutiendo la paz mundial? El lugar de la reunión, criticado por algunos comentaristas como "sitio
más idóneo para unas vacaciones escolares", fue propuesto por Baker durante su última entrevista con su homólogo soviético en París.
Hasta ahora el único quebradero de cabeza que ha causado, aparte de la logística que el Departamento de Estado se ha visto obligado a montar, ha sido precisamente la cabeza de Shevardnadze.
La Embajada soviética en Washington recibió la pasada semana la llamada telefónica más extraña de su historia, procedente de un ayudante del gobernador de Wyoming. El probo funcionario pretendía saber la medida de la cabeza del ministro soviético para regalarle un soberbio stetson. Tras varias llamadas angustiosas a Moscú, se consiguió el dato: el Shevardnadze tiene una circunferencia craneal de 60 centímetros.