CAMBIOS EN EL ESTE

Riesgo de desintegración en la URSS

El Comité Central del PCUS inicia hoy el debate sobre las nacionalidades

¿Es posible detener el proceso de desintegración nacional de la Unión Soviética? Éste es, según Gasan Guseinov, experto en relaciones interétnicas, el punto clave que debatirá el pleno del Comité Central del Partido Comunista de la URSS (PCUS) que se inicia hoy en Moscú. El pleno está consagrado al problema de las nacionalidades, y tratará el tema de la convocatoria al 282 Congreso del PCUS, que se celebrará a comienzos de 1990.

"El Soviet Supremo y el Congreso de los Diputados no pueden resolver este problema con los medios políticos que tienen en sus manos. Mientras tanto, el único ór...

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¿Es posible detener el proceso de desintegración nacional de la Unión Soviética? Éste es, según Gasan Guseinov, experto en relaciones interétnicas, el punto clave que debatirá el pleno del Comité Central del Partido Comunista de la URSS (PCUS) que se inicia hoy en Moscú. El pleno está consagrado al problema de las nacionalidades, y tratará el tema de la convocatoria al 282 Congreso del PCUS, que se celebrará a comienzos de 1990.

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"El Soviet Supremo y el Congreso de los Diputados no pueden resolver este problema con los medios políticos que tienen en sus manos. Mientras tanto, el único órgano imperial que ha quedado después de las elecciones celebradas es el Comité Central, el órgano superior del PCUS. Y éste debe responder si es posible detener el proceso de desintegración", afirma Guseinov, fundador de la Asociación de Investigación Cosmopolis y miembro del club de intelectuales Tribuna de Moscú. No duda que la respuesta será afirmativa, pues de lo contrario "deberían renunciar al poder".El pleno tendrá, entonces, que elegir la estrategia a seguir. "Hoy no se ve estrategia alguna. La plataforma sobre las nacionalidades publicada por el PCUS es tan difusa y contiene tantas contradicciones, que difícilmente puede llamársela plataforma. Es más bien un puente flotante al que le faltan algunas tablas. Puede que cada tabla en sí sea buena, pero la gente no puede cruzar el río por semejante puente", opina.

Alto, delgado, moreno, con una nariz que delata sus orígenes, Gasan Guseinov, de 36 años, se define como un "etnomonstruo": su padre es azerbaiyano; su madre, judía y él, hijo de la cultura rusa. Colabora habitualmente en las revistas Siglo XX y la Paz, y Problemas de Filosofia, publicación de la Academia de Ciencias de la URS S, y es profesor de Mitología del Instituto de Literatura Universal Gorki, de Moscú.

"Ha habido un sinnúmero de plenos del PCUS consagrados a mejorar el trabajo, la producción, el abastecimiento, que no han resultado en nada. Sin embargo, muchos piensan que este pleno logrará una solución mágica. Ello es comprensible porque la situación que vivimos es completamente distinta a las anteriores, es muy peligrosa", advierte.

Por ello, cree que este pleno es quizás el acontecimiento más importante de los últimos años, incluida la elección del Congreso de los Diputados, ya que lo considera "el resultado lógico y previsible de un proceso democrático".

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Bloqueo de regiones

"Últimamente, en el Transcáucaso somos testigos de un bloqueo de diferentes regiones por parte de azerbaiyanos y armenios. Azerbaiyán bloquea a Armenia, impidiendo el paso de los trenes con destino a esta república. Armenia, a su vez, bloquea a Najicheván, república autónoma azerbaiyana. Nagorno Karabaj, provincia autónoma de mayoría armenia, es bloqueada por Azerbaiyán; e incluso en el interior de Nagorno Karabaj, el distrito de Shushá, de mayoría azerbaiyana, es bloqueado por los distritos de mayoría armenia. Este bloqueo mutuo de hecho significa una libanización de la situación. La amenaza de convertir el Transcáucaso en un nuevo Líbano es muy real", dice Guseinov.

Para Guseinov, en un país multinacional, la nacionalidad no puede servir de base para una estructura estatal. Pero reconoce que, desgraciadamente, es hoy muy impopular entre las masas. ¿Cómo, entonces, detener el proceso desintegrador? Una posibilidad, en su opinión, es jugar la carta de la minorías. Declarar que a todas las autonomías (comarcas, provincias y repúblicas autónomas) se les confieren los mismos derechos, incluido el de separarse de la URSS, que tienen las 15 repúblicas federadas.

"Hoy hay un 70 u 80% de rusos en el Comité Central del PCUS y el Soviet Supremo, y en el Ejército este procentaje es mayor. Esto contradice la estructura étnica del país, porque actualmente los rusos son un poco menos del 50% de la población".

Guseinov pronostica que en el pleno se tratará de apostar nuevamente a los dos ."pÍlares en que descansa la ideología soviética: el patriotismo y el internacionalismo. No sólo somos patriotas de nuestra región o república, sino también de la Unión, es decir, internacionalistas" explica. Si así sucede, dificilmente habrá distensión.

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