Tribuna:

Generosidad y rigor

Como discípulo de Nicolás Cabrera, he de agradecerle el ejemplo de inteligencia creativa, rigor metodológico y entrega personal que significó para quienes tuvimos la oportunidad de obtener el beneficio de su magisterio. Compartí con él algunos años en Estados Unidos, donde pude apreciar la profunda consideración que despertaba entre los más destacados científicos de su disciplina. Le debo gran parte de lo que he podido desarrollar como físico. Y el respeto que siento por quienes se dedican a incrementar el saber.Como ministro de Educación y Ciencia, he de agradecerle su gran generosidad para c...

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Como discípulo de Nicolás Cabrera, he de agradecerle el ejemplo de inteligencia creativa, rigor metodológico y entrega personal que significó para quienes tuvimos la oportunidad de obtener el beneficio de su magisterio. Compartí con él algunos años en Estados Unidos, donde pude apreciar la profunda consideración que despertaba entre los más destacados científicos de su disciplina. Le debo gran parte de lo que he podido desarrollar como físico. Y el respeto que siento por quienes se dedican a incrementar el saber.Como ministro de Educación y Ciencia, he de agradecerle su gran generosidad para con este país, que tuvo que abandonar con motivo de nuestra dolorosa guerra civil, y al que volvió, callada, humilde y esperanzadamente tan pronto como se dieron las condiciones mínimas para que pudiera volver a ejercer con dignidad su fructífera labor docente e investigadora.

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Miembro de una familia de notable significado humanista, científica e intelectual, hijo del gran físico don Blas Cabrera, desarrolló una gran parte de su actividad en el extranjero, abandonando una situación cómoda y consolidada, llena de posibilidades y de medios, para aventurarse en una iniciativa ciertamente prometedora pero arriesgada en la naciente universidad Autónoma de Madrid.

Capaz de configurar un extenso equipo científico que deja lo que él mismo consideraría como su mejor herencia, ha influido de manera directa o indirecta sobre el conjunto de la física española a través de un magisterio indiscutido.

En una época en que el punto de mira se sitúa demasiadas veces en fenómenos de escasa incidencia sobre la vida profunda de la sociedad, en que la atención se dirige a personalidades de notoria singularidad pero de incierta y efímera aportación al saber, el reconocimiento a don Nicolás Cabrera lo es a quien realizó una labor sobresaliente y sostenida a favor de la ciencia española.

Javier Solana Madariaga es ministro de Educación y Ciencia.

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