La acusación solicita 60 años para un anciano acusado de abusos sexuales con seis niñas

La acusación particular ha solicitado la pena de 60 años de prisión y el pago de 11 millones de pesetas de indemnización para Inocencio Modesto Muñoz Ángel, de 72 años, acusado de múltiples delitos de abusos deshonestos con seis niñas de edades comprendidas entre los 9 y 12 años. El juicio se celebró ayer a puerta cerrada en la sala de lo Penal de la Audiencia Provincial de Cáceres.Modesto Muñoz, propietario de un estanco en Villanueva de la Sierra (Cáceres), vendía también golosinas, que, según la acusación particular, ofrecía a las niñas a cambio de favores sexuales que consumaba en el propi...

La acusación particular ha solicitado la pena de 60 años de prisión y el pago de 11 millones de pesetas de indemnización para Inocencio Modesto Muñoz Ángel, de 72 años, acusado de múltiples delitos de abusos deshonestos con seis niñas de edades comprendidas entre los 9 y 12 años. El juicio se celebró ayer a puerta cerrada en la sala de lo Penal de la Audiencia Provincial de Cáceres.Modesto Muñoz, propietario de un estanco en Villanueva de la Sierra (Cáceres), vendía también golosinas, que, según la acusación particular, ofrecía a las niñas a cambio de favores sexuales que consumaba en el propio local y en el habitáculo de una escalera situada en la trastienda.

Tras abusar de las niñas las amenazaba para que ocultasen los hechos ante sus padres, algunos de los cuales estaban emparentados con el propio acusado.

Una de las niñas ha ratificado en sus declaraciones los múltiples abusos a que fueron sometidas. Otra de las menores, tuvo que ser atendida en un centro sanitario, donde permaneció ingresada 11 días. Posteriormente hubo de recibir tratamiento psicológico.

En medio de un ambiente de tensión, los padres de las niñas que asistieron al juicio comentaron que Modesto parecía "un hombre normal, pero en el pueblo siempre se ha dicho que tiraba a lo suyo".

Miembros de la Coordinadora Feminista de Cáceres presentes en la Audiencia Provincial manifestaron que "la tesis de que los agresores son hombres enfermos o perturbados no tiene validez, pues nos guste o no, la agresión es fruto de una sociedad que la alienta y la consiente por más que luego se rasgue las vestiduras".

María Pulido, abogada de la acusación particular, que había solicitado en un principio 54 años de prisión, pidió el aumento de la pena a 60 años tras el informe de dos forenses: "El acusado tenía problemas físicos, pero sus facultades mentales eran correctas. Cometió los hechos perfectamente consciente".

El fiscal, que solicitaba 10 años de prisión, también pidió que se elevara seis años más. Sin embargo, la defensa, por su parte, solicitó la libre absolución del acusado.