LA LUCHA CONTRA LA DROGA

Bush declara la guerra al tráfico y consumo de droga

El presidente de EE UU, George Bush, en una dura intervención televisada a toda la nación en la que calificó el problema de la droga como la más grave amenaza interior" de su país, anunció ayer una serie de medidas para combatir el narcotráfico. Las medidas, que corresponden al plan denominado Estrategia Nacional contra la Droga, van desde la aprobación de un presupuesto cercano al billón de pesetas hasta la imposición de la pena de muerte para los máximos responsables de los cárteles. Al final de su intervención, la oposición demócrata criticó el plan presidencial como "poco imaginativo" y añ...

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El presidente de EE UU, George Bush, en una dura intervención televisada a toda la nación en la que calificó el problema de la droga como la más grave amenaza interior" de su país, anunció ayer una serie de medidas para combatir el narcotráfico. Las medidas, que corresponden al plan denominado Estrategia Nacional contra la Droga, van desde la aprobación de un presupuesto cercano al billón de pesetas hasta la imposición de la pena de muerte para los máximos responsables de los cárteles. Al final de su intervención, la oposición demócrata criticó el plan presidencial como "poco imaginativo" y añadió que, "si vamos a desencadenar una guerra, necesitamos un día D [referencia al desembarco aliado en Normandía] y no un Vietnam".

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En su primera alocución televisiva como presidente, George Bush hizo un llamamiento a la unidad entre todos los norteamericanos para ganar finalmente la batalla contra la plaga del narcotráfico. "Nadie puede resistir el empuje de una América unida, una América determinada, una América enfurecida", dijo el presidente norteamericano.El contenido de la Estrategia Nfacional contra la Droga no contiene sorpresas inesperadas, ya que sus capítulos fundamentales habían sido filtrados en días anteriores por funcionarios de la Administración. En resumen, Bush ha enviado al Congreso un documento de 136 páginas, en el que solicita un total de 7.800 millones de dólares (casi un billón de pesetas) destinados a su plan antidroga para el año fiscal 1990, que comienza el próximo 1 de octubre. La cantidad supone un incremento de 2.000 millones sobre la partida aprobada a principios de año para este fin.

Del billón de pesetas solicitado en la Estrategia Nacional contra la Droga, el 70% está dedicado a la represión y el 30% a la educación y al tratamiento de drogadictos. "Las reglas del juege han cambiado", dijo Bush. "El que vende drogas será detenido, el detenido será juzgado, y el que sea juzgado será condenado y cumplirá su condena". El plan prevé, entre otras cosas, un aumento del 85% en el número de ce.idas en las cárceles dedicado a alojar a los convictos por delitos relacionados con la droga.

Con un paquete de 'crack'

La estrategia del plan está concentrada en dos capítulos principales: la lucha contra el crack que inunda las calles de las ciudades norteamericanas y la guerra contra los cárteles internacionales de narcotraficantes. Al principio de su intervención, Bush exhibió ante las cámaras un paquete de crack, confiscado, dijo, por agentes de la Drug Enforeement Administration (DEA, agencia norteamericana especializada en la lucha contra la droga) en el parque Lafayette, situado delante de la Casa Blanca. "Esta mercancía, de apariencia tan inocente que parecen caramelos, está conviertiendo nuestras ciudades en campos de batalla y asesinando a nuestros hijos. No nos equivoquemos: esto es veneno", añadió el presidente norteamericano.

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En cuando al narcotráfico y a sus máximos dirigentes, George Bush fue contundente en sus amenazas. "Nuestro mensaje a los cárteles es el siguiente: ayudaremos a cualquier Gobierno que solicite nuestra ayuda. Cuando se nos pida, los recursos de nuestras fuerzas armadas estarán disponibles. Intensificaremos nuestros esfuerzos contra los narcotraficantes en alta mar, en los espacios aéreos internacionales y en nuestras fronteras. Pondremos fin al flujo de productos químicos norteamericanos utilizados para procesar drogas. Investigaremos el dinero de la droga hasta llegar a los hombres de paja y a los financieros. Y una vez descubiertos estos blanqueadores, los esposaremos y los encarcelaremos como si se tratara de cualquier camello. Y para los capos del narcotráfico, la pena de muerte".

El plan incluye una partida de 261 millones de dólares (unos 32.000 millones de pesetas) en ayuda militar a Colombia, Perú y Bolivia para combatir el nareotráfico, además de los 65 millones de dólares ya concedidos al Gobierno de Bogotá. Esta partida forma parte de un ambicioso plan quinquenal de 2.000 millones de dólares en asistencia a los tres países andinos.

'Cumbre' internacional

Bush anunció igualmente la próxima celebración de una cumbre de los países de¡ hemisferio para tratar del problema de la droga. "Estoy de acuerdo, y ustedes también, con el presidente de Colombia, Virgilio Barco, cuando afirmó recientemente que los norteamericanos que utilizan droga están subvencionando el crimen. Los que utilizan cocaína ocasionalmente en este país deben entender que nuestra tolerancia para con ellos es cero", afirmó el presidente.

La reacción demócrata al plan de Bush no se hizo esperar. El portavoz del partido de la oposición en temas de la droga, el senador Joseph Biden, pidió que se triplicaran los fondos destinados a la lucha contra la droga.

"El presidente dice que quiere desencadenar una guerra contra las drogas. Si eso es cierto, lo que necesitamos es otro día D y no otro Vietnam", dijo Joseph Biden.

Entre las propuestas de Biden se encuentra la creación de "una fuerza internacional de intervención para perseguir a los capos del narcotráfico altá donde se encuentren".

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