Organismos de Baleares sufragan los gastos de 1.000 italianos estafados por una agencia

Alrededor de 1.000 turistas italianos regresaron ayer a su país tras pasar 21 de vacaciones en Mallorca en condiciones precarias, muy distintas a las que inicialmente habían contratado con el operador turístico romano Ciesse Tour. Esta agencia ha dejado deudas en Palma de Mallorca estimadas en 100 millones de pesetas.

Los turistas, casi todos obreros napolitanos, fueron embarcados en varios vuelos charter fletados por distintos organismos, entre ellos, la propia compañía que programó sus vacaciones y que luego les abandonó a su suerte en la isla mallorquina, según informa ...

Alrededor de 1.000 turistas italianos regresaron ayer a su país tras pasar 21 de vacaciones en Mallorca en condiciones precarias, muy distintas a las que inicialmente habían contratado con el operador turístico romano Ciesse Tour. Esta agencia ha dejado deudas en Palma de Mallorca estimadas en 100 millones de pesetas.

Los turistas, casi todos obreros napolitanos, fueron embarcados en varios vuelos charter fletados por distintos organismos, entre ellos, la propia compañía que programó sus vacaciones y que luego les abandonó a su suerte en la isla mallorquina, según informa Diario Baleares.La odisea sufrida por el millar de turistas italianos comenzó los primeros días de agosto cuando llegaron al aeropuerto mallorquín de Son Sant Joan con 21 días de vacaciones pagados que incluían, alojamiento en hoteles de tres y cuatro estrellas, pensión completa, viaje de ida y vuelta y excursiones por la isla. Todo, por 100.000 pesetas.

La primera sorpresa para el grupo de viajeros italianos se produjo cuando a su llegada al edificio central del aeropuerto palmesano preguntaron por los responsables de Ciesse Tour y nadie supo responderles.

Tras varios intentos fallidos de obtener comunicación con la sede central del operador turístico en Roma se dirigieron a las autoridades locales.

Inmediatamente intervinieron la Consellería de Turismo, la Federación de Hoteleros, y el vicecónsul de Italia en Palma de Mallorca, Carlos Montaldo, quienes tras arduas gestiones lograron colocar a los turistas en distintos establecimientos hoteleros de la isla. Hasta que se les consiguió un emplazamiento definitivo, los turistas estuvieron cambiando de hotel a lo largo de varios días debido a la dificultad para encontrar habitaciones libres en plena temporada.

El millar de viajeros napolitanos iniciaron sus vacaciones -no como les habían prometido, ni tal y como las habían contratado-, mientras las entidades mallorquinas intentaban obtener de Clesse Tour un reconocimiento en la deuda adquirida por la estancia de sus compatiotras.

Gestión fallida

El presidente de la Asociación de Hoteleros de Mallorca, viajó recientemente a Roma para intentar cobrar el dinero que se les adeuda. A su vuelta ha declarado que no ha logrado resultados positivos. Los hoteles perjudicados ascienden a 50.La primera estimación del fraude cometido en Mallorca por la agencia romana de viajes, cifra en 100 millones la cantidad que inicialmente deberán asumir las entidades y organismos isleños. La agencia mallorquina Ola-Sol, que negoció con Ciesse Tour el traslado y alojamiento de los turistas, sufrió las pérdidas más considerables. Ola-Sol ha anunciado que va a emprender acciones judiciales.

"La situación no ha sido grata para nadie", dijo a EL PAÍS una secretaria de Ola-Sol, "pero lo más grave es que se ha jugado con la ilusión de gente con bajos recursos económicos, que creyó pasar 21 días de vacaciones por tan solo 100.000 pesetas".

El sector turístico de las Baleares reaccionó con dureza ante lo que califican de "falta de seriedad" de determinadas agencias que "engañan a la gente ofreciéndole vacaciones por precios bajísimos".

"Mallorca es la gran perjudicada por todo esto", afirmó el director de una agencia de viajes mallorquina, "porque esa gente dificilmente repetirá su estancia en la isla".

El descenso de visitantes procedentes de Italia ha sido uno de los más significativos de todo el turismo europeo, detrás de noruegos y daneses, según la última estadística realizada por la Consellería de Turismo del Gobierno balear.