La Confederación del Guadalquivir autoriza el riego para los arrozales

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Juan López Martos, anunció ayer que la campaña de regadío en los arrozales del bajo Guadalquivir no se verá afectada por las restricciones decretadas en otros cultivos de la cuenca y podrá prolongarse hasta el 15 de septiembre. Según López Martos, el cierre de los pantanos de regulación general de la cuenca, en vigor desde ayer, sólo afecta a 220.000 hectáreas sobre las 400.000 hectáreas de regadío existentes a lo largo de la cuenca del Guadalquivir.

El presidente de la Confederación Hidrográfica señaló que "no se puede ha...

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El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Juan López Martos, anunció ayer que la campaña de regadío en los arrozales del bajo Guadalquivir no se verá afectada por las restricciones decretadas en otros cultivos de la cuenca y podrá prolongarse hasta el 15 de septiembre. Según López Martos, el cierre de los pantanos de regulación general de la cuenca, en vigor desde ayer, sólo afecta a 220.000 hectáreas sobre las 400.000 hectáreas de regadío existentes a lo largo de la cuenca del Guadalquivir.

El presidente de la Confederación Hidrográfica señaló que "no se puede hablar de restricciones de agua, ya que en el mes de abril se acordó con las comunidades de regantes que este año sólo se dispondría de 2.200 metros cúbicos de agua por hectárea, cantidad de la que han podido servirse todos los agricultores de la cuenca". Según López Martos, el problema radica en que hay comunidades, como las arroceras, que han programado sus cultivos de acuerdo al citado cupo de agua, mientras que otros se han arriesgado a mantener el volumen de cultivo de temporadas anteriores.Fuentes de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Andalucía (ASAGA) y Jóvenes Agricultores consultadas ayer por EL PAÍS, han descartado por el momento la convocatoria de movilizaciones y accciones de protesta. En un escrito remitido al Ministerio de Agricultura, Jóvenes Agricultores solicitó la pasada semana la declaración de zona catastrófica.

La junta central de regantes del alto Guadalquivir constituida ayer provisionalmente decidió solicitar a los alcaldes de los pueblos de la zona (Baeza, Úbeda, Bejijar, Quesada ... ) que soliciten el corte de agua para todos los riegos incluidos los arrozales o, caso de autorizar el uso del riego para algún cultivo, que lo sea para todos. Los afectados son más de 12.000 regantes que tienen unas 30.000 hectáreas.

Por otra parte, Juan López Martos rechazó ayer que la Confederacción Hidrográfica del Guadalquivir haya realizado una inadecuada política hidraúlica, como afirman algunas organizaciones agrarias que han acusado a la Confederación de aumentar las concesiones de regadío sin elevar el volumen de agua embalsada desde la sequía de 1982.

La capacidad de los siete embalses de regulación general de la cuenca del Guadalquivir se encuentran actualmente en un 5% sobre su volumen útil, cantidad considerada como la estrictamente necesaria" para asegurar el abastecimiento de poblacciones y el caudal ecológico-sanitario del río Guadalquivir. Ségún López Martos, la situación más crítica se registra en Jaén, en donde durante tres, años consecutivos ha llovido por debajo de la media. El nivel de agua de los tres principales pantanos de Jaén -los denominados Tranco, Jándula y Guadalén- se sitúa en torno al 6% de su capacidad total, según informa desde Jaén José Antonio Hernández.

Por otra parte, la Unión de Campesinos de Castilla y León (Uccl) ha anunciado la convocatoria de movilizaciones en septiembre si para esa fecha no se han producido respuestas a sus peticiones para paliar los daños de la sequía. Para esta organización, los apoyos del gobierno regional han sido insignificantes y no ha existido ninguna respuesta de la Administración central. La Uccl ha solicitado la constitución de una mesa de la sequía.

Peticiones de ayuda

En Cantabria, informa Jesús Delgado, las organizaciones sindicales agrarias han evaluado las pérdidas por la sequía en unos 4.000 millones de pesetas durante los últimos meses. Los precios de la alfalfa se han disparado hasta las 30 pesetas por kilo. Esta situación ha encarecido los costes a razón de unas 6 pesetas por litro de leche. Por este motivo, se han dirigido perticiones de ayuda al delegado del gobierno y al consejero de Agricultura regional.Consecuencia de la sequía, según datos de la patronal del sector, la producción hidroeléctrica en el mes de julio disminuyó un 54,3% respecto al mismo período del año anterior, mientras que el consumo aumentó en julio el 7,9%. Los embalses se encontraban al 39% de su capacidad frente al 60% que tenían hace un año.

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