Cartas al director

La mahonesa y la política

Gracias a EL PAÍS, que en su número del 5 de agosto de 1989 publicaba parte de mi carta en defensa de la salsa mahonesa, en el mismo diario, y el 11 de agosto de 1989, doña María del Mar Baró (de Madrid) escribe mostrando su incredulidad por el absurdo de que la Junta de Andalucía "ordena y manda" que sea suprimida esta rica salsa de los establecimientos públicos si éstos la elaboran artesanalmente. Dicha señora apunta cuatro puntos indicadores a seguir; yo me referiré sólo a dos.1. ¿Recursos para salvar la mahonesa? Por favor, señora, no nos haga reír. Aquí, ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Gracias a EL PAÍS, que en su número del 5 de agosto de 1989 publicaba parte de mi carta en defensa de la salsa mahonesa, en el mismo diario, y el 11 de agosto de 1989, doña María del Mar Baró (de Madrid) escribe mostrando su incredulidad por el absurdo de que la Junta de Andalucía "ordena y manda" que sea suprimida esta rica salsa de los establecimientos públicos si éstos la elaboran artesanalmente. Dicha señora apunta cuatro puntos indicadores a seguir; yo me referiré sólo a dos.1. ¿Recursos para salvar la mahonesa? Por favor, señora, no nos haga reír. Aquí, en este rincón de España, no nos contestan ni los escritos que dirigimos a nuestros Gobiernos autonómicos o provinciales, y como en la mejor época del fenecido caudillo, es el silencio y el ordeno y mando lo

Pasa a la página siguienteViene de la página anterior

que impera; así es que, si antes éramos algo así como súbditos y españolitos, ahora dicen que somos ciudadanos, pero yo opino que somos "ciudadanitos liliputienses" para las altas autoridades que nos gobiernan (dicen), y así sentimos (los que nos damos cuenta) cada vez más el enorme peso de un aparato estatal enorme que nos aplastará a todos; para qué nombrar los recursos de Rumasa, el del mal llamado aceite de colza y los otros 100.000 follones que andan por ahí, recurso tras recurso, "por los siglos de los siglos, amén".

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

2. Totalmente de acuerdo con usted, señora, ya que la simple publicación de un escrito en un diario como EL PAÍS (u otro cualquiera de España) dirigido por un ciudadano debiera ser más que suficiente para que el sentido común se impusiese, sin tantos recursos y tanto papeleo, que ya nos ahoga.

También estoy de acuerdo con usted en que los periódicos cuiden mucho más el humor, y suscribo lo que dice de la cárcel de papel de la fenecida Codorniz, la que al menos nos hacía reírnos del sistema que nos oprimía"... Ahora, ni eso nos queda; quizá ea porque ni tenemos gobernantes, ni políticos, ni humoristas, y muy triste, muy triste- . Presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería.

Archivado En