Cartas al director

Esterilización

Estimado señor don Juan Manuel Pendás Benito: Leo con estupor su artículo sobre la esterilización de los deficientes mentales. Creo, primero, que usted confunde la demencia mental con la deficiencia mental, ya que entre ambos conceptos hay un abismo. Yo, como padre de un deficiente mental y trabajando en este campo más de 20 años, veo con sumo agrado la despenalización del artículo 428 de la ley Penal. Para la mayoría de los padres que tenemos hijos-as deficientes, la despenalización de este artículo significa un gran alivio. La ley, señor, no dice que obligatoriamente hay que esteriliz...

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Estimado señor don Juan Manuel Pendás Benito: Leo con estupor su artículo sobre la esterilización de los deficientes mentales. Creo, primero, que usted confunde la demencia mental con la deficiencia mental, ya que entre ambos conceptos hay un abismo. Yo, como padre de un deficiente mental y trabajando en este campo más de 20 años, veo con sumo agrado la despenalización del artículo 428 de la ley Penal. Para la mayoría de los padres que tenemos hijos-as deficientes, la despenalización de este artículo significa un gran alivio. La ley, señor, no dice que obligatoriamente hay que esterilizar a todos los deficientes. Esto se hace de forma voluntaria y cubriendo una serie de requisitos donde interviene la familia, el propio deficiente si su capacidad se lo permite, el médico y el juez con una serie de pautas que facilitan psicólogos y personal especializado en este campo.Señor, en la Alemania nazi, a los deficientes no les esterilizaban, servían de cobayas en los laboratorios y, al final, los mandaban a los hornos crematorios. En nuestro país estamos luchando años ha por la dignidad, la integración y el respeto que como persona merece el deficiente mental. Y esto es contrario a los métodos nazis.

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Somos unas 45.000 familias agrupadas en asociaciones, federaciones provinciales y todas unidas en una confederación nacional las que hemos propuesto de una forma humana la modificación de esta ley, propia de tiempos ancestrales. Señor, usted desconoce lo que significa tener un hijo deficiente mental, lo que hay que luchar para que sea considerado como una persona más, con los mismos derechos a todo, gozando de la vida en todos los terrenos, hasta en el sexual, y ojalá pudieran vivir en una sociedad no tan particular como la nuestra lo de la paternidad. Si hoy ellos son unos eternos marginados en esta sociedad, que no tiene un conocimiento amplío de lo que es un deficiente mental, ¿cuál sería el futuro de los hijos nacidos de esos matrimonios? Y ante esta perspectiva, hagámonos unas nuevas preguntas: ¿tiene el deficiente mental en su gran mayoría capacidad para educar a un hijo? ¿Quién velará y educará a estas criaturas? ¿Los padres, que con una edad avanzada han luchado hasta la saciedad para sacar ese hijo-hija adelante? - presidente de la Federación Madrileña de Deficientes Mentales.

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