Dos nuevos cargos contra el general cubano Ochoa
Los 47 generales que integran el tribunal de honor que juzga al general de división cubano Arnaldo Ochoa Sánchez por corrupción y narcotráfico escucharon ayer dos nuevos cargos contra el jefe militar: contrabando de diamantes y marfil durante su misión en Angola y Etiopía y traición de confíanza de dos Gobiernos amigos de la revolución cubana. La primera sesión del juicio contra el general Ochoa se celebró a puerta cerrada.
Durante la lectura del informe central del caso, considerado como el escándalo más grave registrado en las filas castrenses cubanas, el ministro de las fuerzas a...
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Los 47 generales que integran el tribunal de honor que juzga al general de división cubano Arnaldo Ochoa Sánchez por corrupción y narcotráfico escucharon ayer dos nuevos cargos contra el jefe militar: contrabando de diamantes y marfil durante su misión en Angola y Etiopía y traición de confíanza de dos Gobiernos amigos de la revolución cubana. La primera sesión del juicio contra el general Ochoa se celebró a puerta cerrada.
Durante la lectura del informe central del caso, considerado como el escándalo más grave registrado en las filas castrenses cubanas, el ministro de las fuerzas armadas y segundo hombre en la jerarquía política del país, Raúl Castro, afirmó que la máxima y última aspiración del general arrestado "era transformarse en un típico empresario capitalista".El contenido del informe redactado por el hermano de Fidel Castro fue distribuido por la Agencia de Información Nacional (AIN) y aireado por el resto de la Prensa oficial.
El documento contra el prestigioso jefe, en posesión de las más altas condecoraciones militares y héroe de la República en 1986, dice que "la actuación de Ochoa se encubría en un aparente desvelo por las condiciones de vida de las tropas, que en realidad servía de pretexto a un afán desenfrenado de acumular dinero y realizar negocios". "Aun cuando éstos fueran ilícitos y se llevaran a cabo a costa de violar todas las normas, regulaciones y leyes, incluso de Estados amigos, traicionando así la confianza de sus gobiernos como en el caso del comprobado contrabando margil y diamantes", agrega.
El general de división fue presentado ante sus compañeros de armas como un hombre "cegado por la vanidad" que confundió sus prerrogativas como alto mando "con el talento de hombre de negocios que creyó poseer".