Camarón con tomate

El 'cantaor' llenó el Palau de la Música Catalana

Camarón de la Isla llenó este fin de semana en Barcelona el Palau de la Música Catalana. En un marco inhabitual para el flamenco y ante un público diverso, ofreció dos conciertos, tras haber actuado en el Festival de París junto a Teresa Berganza y José Carreras. Camarón alcanzó instantes de emoción, acompañado con brillantez por Tomatito, su inseparable guitarrista en los últimos años.

El pasado viernes, a las cinco de la tarde, un pequeño grupo de gitanos se arremolinaba ante las taquillas del Palau de la Música Catalana, con la esperanza de conseguir alguna de las pocas entradas de 9...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Camarón de la Isla llenó este fin de semana en Barcelona el Palau de la Música Catalana. En un marco inhabitual para el flamenco y ante un público diverso, ofreció dos conciertos, tras haber actuado en el Festival de París junto a Teresa Berganza y José Carreras. Camarón alcanzó instantes de emoción, acompañado con brillantez por Tomatito, su inseparable guitarrista en los últimos años.

El pasado viernes, a las cinco de la tarde, un pequeño grupo de gitanos se arremolinaba ante las taquillas del Palau de la Música Catalana, con la esperanza de conseguir alguna de las pocas entradas de 900 pesetas que aún quedaban para escuchar a Camarón de la Isla. "El que siente a Camarón, hasta con los ojos cerrados lo ve", se consolaba una mujer con el bolsillo inaccesible a las 2.500 pesetas que costaba la butaca. En ese instante, Camarón bajó de un Mercedes azul acompañado, como siempre, de su mujer. "Mira", exclamó una gitana, "se ha rizado el pelo. Ahora está muy guapo. Ha estado muy mal tratado".Camarón de la Isla puso en el Palau el cartel de No hay localidades para sus dos conciertos de este fin de semana, después de actuar el pasado 30 de mayo en el Festival de París, junto a Teresa Berganza y José Carreras. Mimado por la Prensa francesa, Camarón ha sido objeto de comparaciones grotescas -el Mick Jagger gitano; el Joe Cocker de San Fernando-, mientras acapara primeras páginas de diarios como Libération. A sus 38 años, el cantaor gaditano consiguió rendir ante su genio al variopinto público del Palau.

Intensa ovación

Pasadas las diez de la noche, una cerrada ovación acompañó su aparición en el escenario. "Me encuentro muy a gusto con vosotros. Vamos a empezar un poco por alegrías y luego, poco a poco, lo que ustedes queráis", fueron sus primeras y únicas palabras, acompañadas por murmullos de complicidad ante frases mil veces repetidas e incumplidas. Los problemas de Camarón con la droga -"Me estoy quitando por respeto al flanienco", ha declarado recientemente a una revistale obligan a ceñirse a un repertorio de duración estricta.

A su izquierda, el inseparable Tomatito a la guitarra, expresando con la sonrisa o la seriedad el estado artístico y anímico del cantaor. A su derecha, entre bastidores, un médico que no le abandona desde hace meses y que atiende solícito a Camarón entre cante y cante, entre tos y tos.

Vestido de gris impecable y calzado de charol negro, Camarón estuvo en el escenario una hora. Ni un minuto más, a pesar de que 2.061 personas aplaudieron el viernes durante siete minutos, sin conseguir que sus gritos de ¡otra! convenciesen al cantaor de regalar un segundo bis.

En Barcelona, Camarón volvió a elevar lo fugaz a la categoría de arte y ofreció instantes irrepetibles ante el asombro de entendidos y legos; de seguidores habituales y primerizos. Fueron sólo siete temas, rematados por las bulerías habituales, que los pocos gitanos que acudieron al Palau escucharon sentados al borde de la butaca y salpicaron de iolés! y "¡Bien Tomate, bien!". El de la Isla mostró la grandeza de lo imprevisible, que en su cante puede alcanzar el cénit con el remate único y musical de una palabra, y Tomatito le acompañó con tal sutileza y mimo que convirtió el concierto en un intercambio continuo de dos artistas hondos. En un mano a mano de Camarón con Tomate.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En