NUEVO PARLAMENTO SOVIÉTICO

Boris Eltsin logra finalmente un escaño en el Soviet Supremo

La crisis política y social provocada por la derrota de Boris Eltsin en el Congreso de los Diputados de la Unión Soviética fue subsanada ayer con la adjudicación por fin de un escaño en el Soviet Supremo a este diputado, que tiene detrás a más de cinco millones de moscovitas y es el símbolo por excelencia de la oposición. El Congreso, que se reunía ayer por cuarto día, planteó abiertamente el tema de la transferencia del poder desde el aparato del partido hasta los organismos elegidos por el pueblo, mientras se sucedían las críticas a la dirección comunista.

Oradores poco conocidos en l...

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La crisis política y social provocada por la derrota de Boris Eltsin en el Congreso de los Diputados de la Unión Soviética fue subsanada ayer con la adjudicación por fin de un escaño en el Soviet Supremo a este diputado, que tiene detrás a más de cinco millones de moscovitas y es el símbolo por excelencia de la oposición. El Congreso, que se reunía ayer por cuarto día, planteó abiertamente el tema de la transferencia del poder desde el aparato del partido hasta los organismos elegidos por el pueblo, mientras se sucedían las críticas a la dirección comunista.

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Oradores poco conocidos en los ambientes intelectuales de Moscú se destacaron por su energía, su elocuencia, la libertad con la que criticaban a Gorbachov y a la dirección comunista y la voluntad de transmitir y defender las peticiones más radicales de sus electores.Eltsin logró su escaño en el Soviet Supremo al retirarse Aleksei Kazannik, uno de los 11 representantes de la República Federativa Rusa en el Soviet de las Nacionalidades, una de las dos cámaras del segundo Parlamento soviético, compuesto por 542 diputados. Con fuerte acento siberiano, Kazannik, un barbudo profesor de la universidad de Omsk, anunció que renunciaba a su escaño con la condición de que éste fuera ocupado por Eltsin. Tal fórmula no fue aceptada, pero se encontró un compromiso a favor del cual votó el mismo Gorbachov, a saber: que en caso de renuncia de Kazannik, el escaño vacante sería para el siguiente clasificado. Dado que Eltsin era el único candidato que había quedado fuera de la lista, la cuestión quedó resuelta.

Los partidarios de la fórmula de Gorbachov no fueron contados, pero eran claramente mayoría absoluta. El líder apostilló, sin embargo, que Eltsin no hubiera podido entrar en el Soviet Supremo si no hubiera recibido más del 50% de los votos. Un total de 1.185 diputados había votado a favor suyo y otros 964 en contra en la elección del Soviet Supremo el pasado viernes.

Al hacer su entrada en el Palacio de Congresos del Kremlin para la sesión de tarde, Eltsin manifestó a EL PAÍS que había "tomado con calma" el rechazo del Congreso el pasado viernes, ya que había "pronosticado" tal resultado. Dijo también no ser partidario de las huelgas como medida de protesta por su exclusión del Soviet Supremo. "He trabajado la mitad de mi vida en la producción. Recorrí el camino desde obrero hasta director de una importante empresa. Soy un ingeniero constructor, y en Moscú hay mucho trabajo en este campo", explicó Eltsin refiriéndose a la situación de paro en la que inicialmente se había quedado al renunciar a su puesto de viceministro en el Comité de la Construcción de la URSS.

El Congreso, formado por 2.250 diputados, mostró ayer un reforzamiento de la actividad de los sectores progresistas y radicales y el desbancamiento de los diputados de Moscú por los diputados de provincias, que parecen haber perdido el miedo a expresar sus desacuerdos.

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Observadores políticos constataron el aumento de las críticas a Gorbachov, que tiene cada vez más dificultades para imponer sus criterios a la sala. El líder debe contrarrestar hoy el deterioro de su imagen, tanto en el Congreso como en la calle, con un informe sobre la línea política. Se trata del quinto punto del orden del día, compuesto por un total de 10. Nadie sabe aún cuánto tardará el Congreso en concluir sus sesiones, pero Gorbachov ha anunciado ya una sesión de otoño.

Quejas

Varios diputados se han quejado en público de que el voto de Gorbachov influye en la sala, cuya mayoría silenciosa, formada sobre todo por un enorme contingente de diputados asiáticos en trajes regionales, levanta la mano para votar como lo hace Gorbachov. En una nota llegada ayer al Presidium se pedía que el dirigente votara después de que lo hiciera la sala. Sin embargo, la sala revela cada vez más una mayor independencia, como lo demostró la votación de un reglamento para elegir al vicepresidente del Soviet Supremo. Con Gorbachov, que estaba en contra del reglamento, votaron 1.130 diputados, y a favor de él lo hicieron 851 diputados.

La jornada de tarde, dedicada a cuestiones de procedimiento, se caracterizó por las coherentes intervenciones de intelectuales de provincias. "Lo más importante hoy es si se debe conservar o arrebatar el poder que está en manos del aparato del partido", dijo el diputado Trukov, de la región de Kursk. Trukov denunció al primer secretario del partido de su región, Zelenov, quien había exclamado "Ahora tenemos el poder" cuando fue elegido vicepresidente del Soviet Supremo Anatoli Lukianov. Trukov, un juez de instrucción, denunció la acumulación de cargos de Gorbachov.

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