Shamir: "Sólo un loco aceptaría el Estado palestino"

En diciembre de 1987 comenzaba la intifada, la revuelta de la juventud palestina en los territorios ocupados por Israel. En el año y medio transcurrido, Estados Unidos ha iniciado negociaciones directas con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ésta ha proclamado la creación del Estado palestino, hoy todo papel y nada fronteras, el líder de la organización, Yasir Arafat, ha proclamado su disposición a reconocer al Estado de Israel, así como la renuncia de su movimiento al terrorismo; y, por último, Arafat aludió recientemente en París a la posibilidad de reformar la Car...

En diciembre de 1987 comenzaba la intifada, la revuelta de la juventud palestina en los territorios ocupados por Israel. En el año y medio transcurrido, Estados Unidos ha iniciado negociaciones directas con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ésta ha proclamado la creación del Estado palestino, hoy todo papel y nada fronteras, el líder de la organización, Yasir Arafat, ha proclamado su disposición a reconocer al Estado de Israel, así como la renuncia de su movimiento al terrorismo; y, por último, Arafat aludió recientemente en París a la posibilidad de reformar la Carta Nacional para eliminar toda referencia a la destrucción de Israel.Pregunta. Mucha agua ha corrido desde que le entrevisté en Jerusalén en febrero de 1988. ¿Cuál es la actitud de su Gobierno a año y medio de cambios en la posición palestina?

Respuesta. El hombre político debe seguir siempre los acontecimientos y el desarrollo de la situación, pero eso no significa que deba cambiar de principios. A cada momento hay que saber reaccionar de una manera determinada; por ejemplo, usted ha dicho el Estado palestino ha sido creado, pero sólo lo ha sido sobre el papel y ésa es una gran diferencia, porque yo no creo que ese Estado vaya a existir jamás pese a la propaganda y a las numerosas giras del señor Arafat.

P. ¿Nada cambia entonces tras la intifada?

R. La intifada tiene una influencia indudable, pero negativa. No creo que sirva para acelerar una solución pacífica al conflicto de Oriente Próximo, sino al contrario, al introducir un elemento de violencia extrema en las relaciones entre el árabe palestino e Israel, hace más dificil poner fin al conflicto.

P. ¿Acaso la convocatoria de elecciones en los territorios ocupados no es una concesión?

R. Nada de eso. Ya propusimos la celebración de elecciones hace 11 años, durante las negociaciones que concluyeron con los acuerdos de Camp David; sólo que ahora hay una pequeña diferencia: entonces se negoció con Egipto que las elecciones se celebraran después de que se llegara a un acuerdo con El Cairo sobre las modalidades de la autonomía palestina, mientras que ahora Egipto no existe como parte negociadora, y nosotros hemos propuesto celebrar elecciones inmediatas para elegir representantes de Palestina, del pueblo palestino, para tratar con ellos de un proceso negociador que deberá conducir a una solución permanente del conflicto.

P. ¿Negociará Israel con esos representantes, si el pueblo palestino acude a ellas, y si elige a candidatos de la OLP?

R. Hemos explicado muchas veces por qué no estamos dispuestos a negociar con la OLP; no sólo porque son terroristas y continúan con sus atentados, a pesar de que digan que hayan renunciado al terrorismo; ésa no es la causa principal. Creemos que esa negociación es inútil, porque la exigencia mínima de la OLP es que aceptemos la creación de un Estado palestino, cosa que no estamos dispuestos a hacer, puesto que en el momento en que aceptáramos esa negociación se interpretaría en el mundo entero que Israel aceptaba el principio del Estado palestino.

Negociar con la OLP

P. Si los elegidos son de la OLP, ¿se negará Israel a negociar?R. Es cierto que tendremos que negociar con una delegación palestina, la que sea, pero aunque los elegidos serán reconocidos por nosotros como representantes de la población, incluso si dicen que son simpatizantes de la OLP, no aceptaremos en cambio que reciban órdenes de la OLP, que sean agentes de la OLP, que participen en las actividades terroristas de la OLP, que tengan un récord de actividades criminales, lo que es distinto.

P. Arafat ha dicho que la Carta Nacional Palestina está caduca. ¿Si la OLP eliminara toda referencia a la destrucción de Israel, cambiaría eso las cosas?

R. ¿Cree usted que se le puede dar algún valor a una sola palabra, de la que nadie sabe exactamente el significado, cuando generaciones enteras de palestinos han sido educados sobre la filosofía de la destrucción física del Estado de Israel? ¿Cree usted que puede bastar lanzar una palabra, entre sonrisas, para la televisión francesa, y con ello dar por sentado que han puesto fin al dogma de la creación de la OLP, que es la destrucción de Israel?

P. Aumentan las presiones de EE UU para que Israel se retire de los territorios ocupados.

R. No veo ningún cambio radical en la posición de la Administración del presidente Bush. El secretario de Estado norteamericano, James Baker, ha explicado muy claramente que aceptaba el principio de la iniciativa de paz de Israel, y que la apoyaría, lo que significa que su política es la misma. Baker se ha visto también en la necesidad de decir ciertas cosas con respecto a los intereses de Israel, que en mi opinión no tenían nada que ver con el proceso de paz; por eso, no estamos contentos de lo que ha dicho, pero eso no cambia en nada el fondo de la situación.

P. La Comunidad Europea, y en alguna medida Estados Unidos, apoya la celebración de una conferencia internacional con participación palestina.

R. No puedo estar contento de la posición de la Comunidad Europea, pero puesto que Europa es un factor internacional importante, creo que es necesario explicar, al menos a los Estados claves, nuestra postura, y si de momento no están totalmente de acuerdo con nosotros, eso no significa que nuestro pensamiento no vaya a influir sobre ellos y que un día nos den la razón.

P. ¿Es ése el motivo de su visita oficial a España?

R. Estoy muy contento e esta visita a España, que me ha dado la oportunidad de conocer al señor González, quien me ha impresionado profundamente por su comprensión de la situación del pueblo judío, de la situación en Oriente Próximo, y de quien creo que es capaz de contribuir en una gran medida a la solución del problema. Es cierto, por otra parte, que España tiene contactos muy amistosos con los líderes del mundo árabe, y ahora también tiene relaciones de amistad con nosotros, por lo que puede jugar un papel muy positivo.

Mensajes árabes

P. Sabemos que Felipe González le ha transmitido seguridades de varios países árabes sobre el reconocimiento de Israel.R. Felipe González me ha dicho que hay líderes árabes que reconocen la existencia de Israel como país independiente. Y mi respuesta ha sido que está muy bien, que, si es así, esos líderes árabes sería muy bueno que dieran un contenido formal a su actitud, que proclamen por ejemplo en la cumbre de Casablanca que están dispuestos a reconocer al Estado de Israel y que quieren cambiar la naturaleza de nuestras relaciones, y que nos inviten o que acepten nuestra invitación para negociar el fin de la situación actual.

P. ¿Se podría contemplar en esas negociaciones la aceptación de un Estado palestino?

R. No creo en el Estado palestino como solución a los problemas de la zona, pero propongo que las partes comiencen a negociar pensando en un acuerdo que sea aceptable para todos.

P. ¿ Pero estaría excluida o no la creación de ese Estado?

R. Teóricamente todo es posible. Pero en la práctica no lo creo así. Sólo si un día los israelíes se vuelven locos, será posible un Estado palestino.

P. ¿Cómo se presentan las relaciones hispano-israelíes ante el 5002 aniversario de la expulsión de los judíos?

R. Las relaciones son buenas, son amistosas. España ha dudado durante un tiempo sobre la conveniencia de establecer relaciones, y la decisión ha reposado fundamentalmente sobre el presidente del Gobierno, González, quien está orgulloso de haberla tomado; una decisión que nosotros consideramos histórica, y la prueba de que ha sido correcta está en el hecho de que las relaciones se desarrollan en una dirección muy positiva.