FERIA DE SAN ISIDRO

El apoderado de Joselito se alegró de la suspensión

Enrique Martín Arranz, apoderado de Joselito, manifestó ayer que la suspensión de la corrida por la lluvia era una alegría para él. "Dios aprieta, pero no ahoga", afirmó al entrar junto a su torero al túnel de cuadrillas minutos antes de las siete de la tarde. Las discrepancias del martes entre Martín, que no quería que Joselito torease, y Joselito, cuya opinión a favor de hacer el paseíllo se impuso, habían dañado las relaciones entre ambos."La lluvia me ha echado una mano, porque José reaparecerá ahora el viernes en Granada y tendrá dos días más para recuperarse", explicaba el apoderado, "ad...

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Enrique Martín Arranz, apoderado de Joselito, manifestó ayer que la suspensión de la corrida por la lluvia era una alegría para él. "Dios aprieta, pero no ahoga", afirmó al entrar junto a su torero al túnel de cuadrillas minutos antes de las siete de la tarde. Las discrepancias del martes entre Martín, que no quería que Joselito torease, y Joselito, cuya opinión a favor de hacer el paseíllo se impuso, habían dañado las relaciones entre ambos."La lluvia me ha echado una mano, porque José reaparecerá ahora el viernes en Granada y tendrá dos días más para recuperarse", explicaba el apoderado, "además gracias a la lluvia hemos evitado que el diestro sufriera un golpe que le enviase otra vez a la enfermería". Martín agregó que el agua sirvió para enfriar el conflicto con su torero y que ya habían hecho las paces.

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Joselito y sus compañeros de terna, Juan Mora y Fernando Cepeda llegaron a la plaza con mínimas esperanzas de torear, aunque no lo descartaron en principio. Mora indicó que él esperaría unos minutos por si dejaba de llover, mientras que Joselito señalaba que el problema no estaba abajo, en el ruedo -que ayer sí se cubrió con la lona protectora- sino arriba, en el amenazante cielo.

"Se puede aguardar un poco tiempo", declaraba, "pero no creo que cambie el feo panorama, y en ese caso hay que suspender porque los toreros queremos estar pendientes del toro y de ofrecer arte, y no de los peligrosos resbalones". Cepeda veía dificil dar la corrida, pero tampoco le importaba esperar durante unos minutos".

El presidente del festejo, Luis Espada, era rotundamente partidario de la suspensión y así lo comunicó a los matadores: "Aunque son ustedes los que deben decidir". Espada y el delegado, Francisco Rodríguez, argumentaban que habían contactado por la mañana con el Instituto Meteorológico Nacional donde les confirmaron las previsiones pesimistas al respecto.

Posible repetición

También el empresario, Manuel Chopera, creía que lo mejor era suspender: "Tanto para los diestros como para el público, pues así no se pueden ver los toros". Al preguntarle por la posible repetición de esta corrida y la del lunes respondió que era pronto para determinarlo, pero que caben todas las posibilidades.

"Puede ocurrir que siga lloviendo más días y no repitamos ninguna", contestaba, "que deje de hacerlo y demos ésta y la que se suspendió el lunes, e incluso que hagamos una mezcla de los dos carteles". Fijó el plazo del lunes o martes próximo para decidir definitivamente, y remarcó que quien no estuviera de acuerdo disponía hhasta el final del abono para recuperar el dinero de las respectivas localidades.

A las siete en punto, los toreros llegaron a la conclusión de que iba a seguir lloviendo y que había que suspender, tal y como, pretendía desde el primer momento el presidente.

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