Kohl insiste en profundizar el diálogo con el Este

Viene de la primera página

La RFA, según Kohl, sigue considerando la respuesta flexible y la disuasión nuclear como única garantía para la seguridad y libertad de los Estados de la OTAN. Se pronunció asimismo en contra de la opción triple cero (eliminación total de los misiles de corto). Kohl honró el papel de las tropas británicas y norteamericanas en la RFA "en defensa de la paz y libertad".

No obstante, insistió en que "la decisión "(sobre la modernización de los misiles Lance] habrá que tomarla en 1992" y reiteró su posición de que se abran negocia...

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Viene de la primera página

La RFA, según Kohl, sigue considerando la respuesta flexible y la disuasión nuclear como única garantía para la seguridad y libertad de los Estados de la OTAN. Se pronunció asimismo en contra de la opción triple cero (eliminación total de los misiles de corto). Kohl honró el papel de las tropas británicas y norteamericanas en la RFA "en defensa de la paz y libertad".

No obstante, insistió en que "la decisión "(sobre la modernización de los misiles Lance] habrá que tomarla en 1992" y reiteró su posición de que se abran negociaciones con el Este para lograr "un nivel más bajo".

El canciller dijo que la RFA quiere incluir su posición en el concepto global de la OTAN en la próxima cumbre "porque esta cuestión afecta especialmente a los alemanes", y llegó a recordar que su juramento como canciller le obliga a velar por la seguridad de los alemanes a ambos lados de la frontera entre los bloques. Debido al interés especial de los alemanes por los misiles de corto alcance, Kohl pidió a los aliados "que se llegue en la cumbre a un acuerdo que contemple la singular posición" de la RFA.

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En respuesta a unas palabras admonitorias de la señora Thatcher sobre la seguridad conjunta y la necesidad de una inmediata modernización de los misiles Lance —"dado que la URSS ha modernizado en los cinco últimos años el 95% de estos misiles cortos, mientras los Lance datan de 1972"—, Kohl respondió insistiendo en la singularidad alemana y recordando "las graves cargas" que su país soporta en defensa común de la OTAN con un ejército permanente de 500.000 hombres y una inmensa densidad de armamento. Kohl insistió. La RFA asume sus compromisos y responsabilidades en la defensa occidental, pero "esta cuestión [los misiles de corto alcance] es una cuestión especial".

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Margaret Thatcher comenzó su declaración agradeciendo Kohl "la maravillosa hospitalidad y el excelente vino" en Deidesheim, para entrar en seguida en materia y recordar los 40 años de paz y seguridad que se deben a la fuerza y resolución de la OTAN. La fuerza de la Alianza, manifestó, está basada en su unidad, en sus armas y en su resolución en defenderse de una agresión.

Las fuerzas nucleares de corto alcance son vitales para la defensa, "como ya se acordó en la última cumbre de la OTAN", señaló, y para mantener la estrategia de la respuesta flexible es imprescindible tener las armas a la altura de las necesidades. "Las armas obsoletas no disuaden", dijo refiriéndose a los 88 misiles Lance cuya obsolescencia se estima llegará en 1995 y cuya modernización Londres quiere imponer en la próxima cumbre.

Esperanza de acuerdo

"Espero que lleguemos a un acuerdo y la cumbre de la OTAN sea un éxito que demuestre que seguirá en su línea de fuerza y firmeza y en la adopción de las medidas necesarias para ello", dijo Thatcher, quien recordó que "las tropas del Reino Unido y EE UU están en Europa en el marco del compromiso de la estrategia común de fuerza con las armas necesarias para ella".

Esta frase parece una clara advertencia a Bonn, que también llegó hace unos días desde Washington, de que en caso de que la RFA insista en su postura las autoridades de estos dos países podrían plantearse una retirada de su territorio.

"La respuesta flexible es la política aprobada de la Alianza Atlántica y los misiles cortos son imprescindibles para la misma. Si éstos se retiraran, la Unión Soviética habría logrado su objetivo de expulsar todas las armas nucleares norteamericanas estacionadas en tierra del continente europeo". Según Thatcher, esto supondría "una catástrofe para la OTAN".

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