Seis horas de cautela

Un estudio dirigido por la doctora Deulofeu durante los seis primeros meses de 1987 reveló que sólo el 25% de los pacientes que mueren con afección cerebral podría llegar a ser donante. De ellos, sólo algo más de la mitad (el 56%) terminan su vida en situación de muerte cerebral. Sólo éstos pueden ser donantes de órganos, puesto que las vísceras han de extraerse antes de que cese la circulación sanguínea. Los donantes posibles se reducen así al 14% de todos los fallecidos por alguna afección cerebral. Hay que descontar todavía un 28% de pacientes cuyos órganos no sirven. Y finalmente, del 10,0...

Un estudio dirigido por la doctora Deulofeu durante los seis primeros meses de 1987 reveló que sólo el 25% de los pacientes que mueren con afección cerebral podría llegar a ser donante. De ellos, sólo algo más de la mitad (el 56%) terminan su vida en situación de muerte cerebral. Sólo éstos pueden ser donantes de órganos, puesto que las vísceras han de extraerse antes de que cese la circulación sanguínea. Los donantes posibles se reducen así al 14% de todos los fallecidos por alguna afección cerebral. Hay que descontar todavía un 28% de pacientes cuyos órganos no sirven. Y finalmente, del 10,08% de Ios aptos, hay que descontar el 28% cuyas familias se niegan a la extracción. El porcentaje final de donaciones es del 7,96%.La doctora Deulofeu considera que la ley que regula la donación en España ha quedado desfasada. La ley exige que el encefalograma sea plano para certificar la muerte cerebral y para ello es preciso que no quede en el organismo del paciente ningún resto de las drogas que se suministran, especialmente en los casos de traumatismo. Una vez certificada la muerte cerebral, se exige una cautela de seis horas, al cabo de las cuales debe realizarse un nuevo encefalograma y éste debe ser de nuevo plano. -Según la doctora Deulofeu, existen medios técnicos que pueden certificar la muerte cerebral con precisión, aún existiendo restos de droga en el organismo, lo que permitiría simplificar el proceso legal sin disminuir las necesarias caútelas.