El Vaticano dice que comer cordero no es pecado y puede ser "meritorio" ante Dios

El dilema entre comer o no comer cordero en esta Pascua ha encendido una furiosa polémica entre la asociación contra la vivisección y el Vaticano, con un intercambio de fuertes insultos. Todo comenzó con un llamamiento de la actriz Lea Massari a través de la RAI para que la gente no comiera corderos "degollados".

Los ecologistas, que han llegado más lejos, enviaron al Papa un telegrama, firmado oficialmente por la asociación que recoge firmas en todo el país para bloquear la vivisección, pidiéndole que intercediese para que la gente dejara de comer cordero, "como acto de clemencia h...

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El dilema entre comer o no comer cordero en esta Pascua ha encendido una furiosa polémica entre la asociación contra la vivisección y el Vaticano, con un intercambio de fuertes insultos. Todo comenzó con un llamamiento de la actriz Lea Massari a través de la RAI para que la gente no comiera corderos "degollados".

Los ecologistas, que han llegado más lejos, enviaron al Papa un telegrama, firmado oficialmente por la asociación que recoge firmas en todo el país para bloquear la vivisección, pidiéndole que intercediese para que la gente dejara de comer cordero, "como acto de clemencia hacia un animal considerado símbolo de Cristo y de la paz".

Por el Papa respondió un cardenal, que ha desencadenado el terremoto: Pietro Palazzini, de 77 años, gran defensor del Opus Dei, ahora encargado de las canonizaciones. El cardenal ha respondido diciendo que comer cordero no sólo no es pecado, sino que puede ser "meritorio" ante Dios. Y a aquellos que pedían la intercesión papal por los corderillos, los califica de "animales".

"Los pecados contra la naturaleza son otros", dice Palazzini. "Que los antiviviseccionistas piensen más en las violencias que padece la vida humana y dejen en paz a los animales, porque corren el riesgo de convertirse ellos mismo en animales".

Ayer grupos de voluntarios anticordero repartían a las puertas de las iglesias de Roma octavillas pidiendo a la gente que no coma cordero, pero el cardenal sigue erre que erre: "El mejor argumento es que comer cordero no es pecado es que Jesucristo comió el cordero pascual antes de morir", afirma. Y le ha dado razón, por supuesto, la asociación de pastores, a los que una prohibición les llevaría a la ruina.

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