Dulce antídoto de olvido

Las unidades de menopausia o cómo abordar el tratamiento del climaterio

"¿No podéis dar medicina a un ánimo enfermo, arrancar de la memoria una tristeza arraigada ( ... ) y con algún dulce antídoto de olvido despejar el pecho atascado con esa materia peligrosa que abruma el corazón?", suplicaba Macbeth al médico. A lady Macbeth, a la sazón con trastornos menopáusicos, le turbaban, según la aguda descripción de Shakespeare, fántasías que acuden en tropel a impedirle que descanse". Cuando la mujer llega al climaterio, alrededor de los 50 años, aún tiene por delante un tercio de su vida. Las nacientes unidades de menopausia quieren cambiar la aceptación resignada de ...

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"¿No podéis dar medicina a un ánimo enfermo, arrancar de la memoria una tristeza arraigada ( ... ) y con algún dulce antídoto de olvido despejar el pecho atascado con esa materia peligrosa que abruma el corazón?", suplicaba Macbeth al médico. A lady Macbeth, a la sazón con trastornos menopáusicos, le turbaban, según la aguda descripción de Shakespeare, fántasías que acuden en tropel a impedirle que descanse". Cuando la mujer llega al climaterio, alrededor de los 50 años, aún tiene por delante un tercio de su vida. Las nacientes unidades de menopausia quieren cambiar la aceptación resignada de la decadencia fisica por la calidad de vida y la atención médica personalizada.

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"Llevaba siete años llorando y de mal genio. Cuando todo empezó tenía 40 y sufría sofocos desarreglos en la menstruación y me sentía muy nerviosa. Me empezó a salir vello", cuenta María Gracia, una mujer tan enorme como simpática, que ahora tiene 48 años y bastante sobrepeso -"el doctor me ha puesto un régimen, ¿sabe?, pero es que me gusta mucho comer..."- -Acudió a la Unidad de Menopausia de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, donde trabaja como administrativa, en julio del pasado año Dos veces por semana se pone parches de estrógenos (un tipo de hormona femenina) y toma además progesterona, remedando el ciclo menstrual que tiene la mujer en su madurez sexual. Todos los meses le baja la regla. "Es una pena que no viniera antes", dice, lamentando los años en que lo pasó tan mal. "Ahora considero el tratamiento imprescindible. Duermo muy bien, he superado la depresión y me ha mejorado el carácter".Angelines, telefonista de profesión, es, por el contrario delgadita y parece más seria Recibe tratamiento hormonal mediante pastillas y lleva sus 52 años con muchísimo orgullo "Ponga mi nombre, sí; la menopausia es algo de lo que las mujeres no debemos avergonzarnos". El año pasado, su ginecólogo habitual, Santiago Palacios, director de la unidad, la envió allí coincidiendo con los primeros síntomas de climaterío. "No he ganado peso ni me noto cambiada", dice un año después.

Leonor, casada y con dos hi jos, viene desde Zamora y se enteró por la tele. Notó los primeros síntomas hace dos años, cuando tenía 39 (la edad media del climaterio es alrededor de los 52 años para las españolas indica Bartolomé Beltrán en el libro Siempre mujer. Ante la me nopausia). "Además, me coinci dió en una época personal muy mala". Ella, mujer menuda y de ojos verdes, añade un síntoma más, también habitual: la se quedad vaginal, algo que empeoró aún más las cosas. Utíliza estrógenos en pomada, que se extiende diariamente en varios puntos de su cuerpo. Y como María Gracia o Angelines, dice, rotunda, que se encuentra estupendamente.

La menopausia significa que los ovarios dejan de producir estrógenos, una de las hormonas femeninas. Primero aparece la depresión, los rubores y sudores, la irritabilidad. "A medio plazo", dice Santiago Palacios, "la atrofia de la piel, la sequedad vaginal, el aumento de peso y la transformación corporal y la sequedad de la vagina, que dificulta las relaciones sexuales". Años después, dos enemigos temibles: la osteoporosis (disminución de la cantidad de hueso, favorecida por la carencia de estrógenos en la menopausia; en sus fases avanzadas se producen fracturas ocasionadas por los más nimios esfuerzos cotidianos) y las enfermedades cardiovasculares".

Todos estos síntomas pueden ser prevenidos por la sustitución hormonal, según Palacios. Pero los estrógenos se relacionan con el incremento de cáncer de útero y si se administran por vía oral, producen problemas en el hígado. "Luego se ha descubierto que si se añade progesterona (otra de las hormonas femeninas) la mezcla protege contra este tumor y el de mama, además de disminuir la frecuencia de enfermedades cardiovasculares", añade. "La mezcla es totalmente eficaz frente a los sofocos y la atrofia vaginal (ciento por ciento de éxitos), depresión e insomnio (80%) y previene los síntomas a largo plazo".

Historia y exploración

Cuando María Gracia o Angelines -dos mujeres de un total de dos millones y medio de mujeres que tienen entre 45 y 54 años de edad en España- llegaron a la Unidad, se les hizo una historia clínica exhaustiva y una exploración completa incluyendo analítica, examen de mamas y ginecológico, examen metabólico y densimetría ósea para detectar la osteoporosis, entre otros. Por la Unidad de Menopausia de la Fundación Jimenez Díaz, la primera. que se crearon en España en 1987, pasaron el año pasado alrededor de 1.800 mujeres.

Con los resultados de las pruebas, "se les pone trata miente cuando tienen molestias y alto riesgo de desarrollar os teoporsis", dice Palacios, "que son la que tienen menopausia precoz, antecedentes familiares y las que, de entrada, poseen una masa ósea reducida", prosigue este médico. El trata miente se controla sistemática mente y se hacen revisiones periódicas para detectar cualquier problema de salud.

Palacios considera que el tratamiento sustitutivo con estrógenos y progesterona se les puede prescribir también a las mujeres que estén informadas y lo deseen. "Y, en mi opinión, no debe abandonarse nunca. Se debe a glicar a través de la piel mediante pomadas, implantes subcutaneos, parches o vía vaginal para evitar el hígado". Estos preparados no están comercialilzados en España y son importados por Sanidad.

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