El Gobierno renuncia a mantener su objetivo del 3% para la inflación en este año

El Gobierno ha renunciado a cuantificar sus previsiones sobre el crecimiento del índice de precios al consumo (IPC), cifrado hasta ahora en un 3% para 1989, anunció el ministro de Economía, Carlos Solchaga. El Ejecutivo mantendrá la lucha contra la inflación como objetivo prioritario de su política económica a través de una serie de actuaciones, entre las que destaca el endurecimiento de la política monetaria. Esta nueva posición se justifica por la ruptura de las negociaciones sobre concertación, y coincide con el anuncio del IPC en enero, que se comió un tercio de las previsiones para 1989....

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El Gobierno ha renunciado a cuantificar sus previsiones sobre el crecimiento del índice de precios al consumo (IPC), cifrado hasta ahora en un 3% para 1989, anunció el ministro de Economía, Carlos Solchaga. El Ejecutivo mantendrá la lucha contra la inflación como objetivo prioritario de su política económica a través de una serie de actuaciones, entre las que destaca el endurecimiento de la política monetaria. Esta nueva posición se justifica por la ruptura de las negociaciones sobre concertación, y coincide con el anuncio del IPC en enero, que se comió un tercio de las previsiones para 1989.

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"Esto no significa, en absoluto, que el Gobierno tire la toalla en la lucha contra la subida de precios", advirtió el ministro una vez anunciado el propósito del Ejecutivo, durante una reunión con distintos empresarios organizada ayer por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).Pese a que el Ejecutivo abandona su voluntad de cuantificar su previsión de IPC para 1989, el ministro de Economía y Hacienda señaló que la voluntad del Ejecutivo es mantener el crecimiento de precios por debajo del índice registrado en 1988. Sobre una previsión del 3%, la inflación se situó al término del año pasado en un 5,8%. tras haberse acelerado de manera notable en el segundo semestre.

Junto a la voluntad de situarse por debajo del 5,8%. -más de dos puntos por encima de las previsiones para este año mantenidas por el Ejecutivo hasta ayer-, el ministro de Economía aseguró que otro de los marcos de referencia ha de situarse "en línea" con las previsiones de inflación para este año de los países de la Comunidad Europea (situadas entre un 3%. y un 3,5%) y de la OCDE.

Solchaga insistió en la necesidad de mantener la firmeza en la lucha contra la inflación para garantizar a medio plazo la competitividad de la economía española. "No se trata de una opción ideológica, o incluso de una obsesión, sino de un must (deber)", sentenció el ministro, aludiendo a algunas de las críticas recibidas.

Para Solchaga, la cuantificación de un objetivo concreto de IPC para este año "carece de sentido" si el Gobierno no cuenta con la "corresponsabilización" de otros agentes ni con las adecuadas garantías de paz social.

La ruptura del modelo de pacto con los agentes económicos -agotado a juicio de Carlos Solchaga desde 1987, aunque también en su opinión, "Iamentable" para un Gobierno socialista- supondrá, a partir ahora la puesta en marcha de una política "similar a la que desarrollan otros países de nuestro entorno, en los que no existe la concertación", apuntó Carlos Solchaga.

Nueva política

Las previsiones oficiales apuntan a que 1989 será un año de "fuerte tensión inflacionista". La economía seguirá. recalentando, soportando una considerable presión de la demanda privada -fundamentalmente de la privada ya que "el gasto público no ha contribuído a la tensión de precios"- mientras la evolución de la oferta se verá también presionada por los interrogantes salariales, un horizonte menos halagüeño que el de 1988 en los costes energéticos, los factores especulativos y la incidencia de las malas cosechas, de acuerdo con el panorama trazado por el ministro.

Los instrumentos a utilizar por la Administración en este new deal económico operarán tanto sobre la oferta (continuación de la política de liberalización) así como sobre la demanda (política monetaria y, en su caso, medidas fiscales), manteniendo la cifra de déficit, prevista en un 3%.

El caballo de batalla elegido por Economía girará en torno a la política monetaria, mediante actuaciones en línea con las medidas de endurecimiento aprobadas el pasado 31 de enero y que "aún no han dejado ver sus efectos", puntualizó Solchaga. Distintos observadores daban por segura ayer un alza en los tipos de interés, apuntada también por el presidente de la patronal bancaria, Rafael Termes.

La política fiscal queda en un segundo plano dentro de la estrategia expuesta por Solchaga, quien ratificó el propósito del Gobierno de llevar adelante los compromisos sociales pactados con la oposición. "Considerameis que las medidas monetaria.s ;on más neutrales", apuntó el ninistro. En otro momento de su intervención señaló sin embargo que "en su caso, no excluirnos nuevas actuaciones del tipo fiscal para reducir el poder de compra".

Solchaga se aludió además a la "profunda remodelación" por la que, ha de atravesar el sistemo. impositivo español tras la reciente sentencia del Tribunal Constitucional, que no debe suponer una merma importante en los ngresos del Estado", un imperativo que les llevará, entre otres actuaciones, a replantearse-, distintas variables del IRPF.

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