González defiende la necesidad del diálogo con los sindicatos
El presidente del Gobierno, Felipe González, aprovechó ayer su intervención ante sus colegas europeos para defender la participación de los sindicatos en un diálogo sobre las grandes líneas de la política económica y social. Entre los puntos abordados ayer por el presidente en su discurso, pronunciado tras el del canciller alemán Helmut Köhl, y antes del portugués, Aníbal. Cavaco, se encontraba, según lo transmitió a la Prensa el secretario de Estado para las Relaciones con la CE, Pedro Solbes, el de que los interlocutores sociales deben participar en la construcción europea.No faltó quien pen...
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El presidente del Gobierno, Felipe González, aprovechó ayer su intervención ante sus colegas europeos para defender la participación de los sindicatos en un diálogo sobre las grandes líneas de la política económica y social. Entre los puntos abordados ayer por el presidente en su discurso, pronunciado tras el del canciller alemán Helmut Köhl, y antes del portugués, Aníbal. Cavaco, se encontraba, según lo transmitió a la Prensa el secretario de Estado para las Relaciones con la CE, Pedro Solbes, el de que los interlocutores sociales deben participar en la construcción europea.No faltó quien pensó que esta intervención de González, hecha al hilo de un comentario sobre una reciente reunión de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), de la que forma parte la UGT española, constituye un mensaje a los sindicalistas españoles, pese a las declaraciones hechas por el presidente a su llegada a Rodas, el jueves, en las que manifestó que "no parece posible frenar la huelga" del próximo día 14.
En su intervención, González, comentando la reunión de la CES en Estocolmo, dijo que los trabajadores quieren una política de crecimiento económico que permita aumentar el empleo, y una formación permanente que facilite una cierta movilidad, siempre según la versión ofrecida por Solbes, ya que el discurso no fue entregado a la Prensa.
González, dedicó sus primeras horas en Rodas a trabajar en la habitación del hotel donde se aloja, evitando mantener contactos bilaterales con algunos de sus colegas europeos, con varios de los cuales "piensa verse a solas, aunque no haya nada definitivamente fijado", dijo un funcionario de la Moncloa.