Crítica:FLAMENCO

Un cante gaditano

Gaditano en toda la extensión del término, y desde luego, en su cante. Ese cante de Cádiz alegre, con mucho ritmo, medido de compás, precioso, del que Antonio, el Yeyé de Cádiz, ofreció una muestra excelente, en la que no quiso que faltaran los tanguillos, recordando a su tío Chano Lobano, que suele hacerlos de forma magistral, dificilmente de olvidar.Antonio, el Yeyé, es un profesional de larga trayectoria, que abarca más de la mitad de su vida, ya en la cuarentena. Lo que ocurre es que casi siempre ha estado constreñido al cante para baile, esa especialidad tan dificil, pero tan ingrata, que...

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Gaditano en toda la extensión del término, y desde luego, en su cante. Ese cante de Cádiz alegre, con mucho ritmo, medido de compás, precioso, del que Antonio, el Yeyé de Cádiz, ofreció una muestra excelente, en la que no quiso que faltaran los tanguillos, recordando a su tío Chano Lobano, que suele hacerlos de forma magistral, dificilmente de olvidar.Antonio, el Yeyé, es un profesional de larga trayectoria, que abarca más de la mitad de su vida, ya en la cuarentena. Lo que ocurre es que casi siempre ha estado constreñido al cante para baile, esa especialidad tan dificil, pero tan ingrata, que condena a los cantaores a un casi anonimato aunque tengan la bondad que éste les produce.

Recital de cante de Yeyé de Cádiz

Pedro Sierra, a la guitarra. Madrid, Casa Patas, 5 de noviembre.

'antaor' largo

En el recital que comentamos demostró que efectivamente es un cantaor largo, con muchos más saberes de los casi exclusivos de su tierra. Hizo una primera parte seria, en que no eludió estilos de tanto respeto como los martinetes, y por soleá y por tientos cantó de manera irreprochable, con jondura, doliéndose, peleando el cante.Tuvo un acompañamiento ajustado, sobrio, en la guitarra de Pedro Sierra, quien en solitario hizo un exquisito toque de granaínas que hizo que el disfrute que ofrecía la noche se alargara. Al final subieron al tablao los bailaores Isidro el Mono y Francisco Javier, bridando un estupendo remate de la grata velada, que el público acogió satisfactoriamente y así lo hizo saber a los artistas, que fueron despedidos con calurosos aplausos.

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