El amigo de Guerra

Mohamed Cherif Mesadía, el destituido número dos argelino, fue el hombre con el que, en las vísperas de la Navidad de 1986, Alfonso Guerra discutió a puerta cerrada durante dos días el acuerdo que desde entonces regula la presencia de etarras en Argelia. A petición del argelino, ambos negociaron en su calidad de dirigentes del FLN y del PSOE, lo que provocó las reticencias de las diplomacias española y argelina.En las vísperas de la llegada del vicepresidente del Gobierno socialista español a Argel, Mesadía, entonces número dos del FLN (después del presidente Benyedid)...

Mohamed Cherif Mesadía, el destituido número dos argelino, fue el hombre con el que, en las vísperas de la Navidad de 1986, Alfonso Guerra discutió a puerta cerrada durante dos días el acuerdo que desde entonces regula la presencia de etarras en Argelia. A petición del argelino, ambos negociaron en su calidad de dirigentes del FLN y del PSOE, lo que provocó las reticencias de las diplomacias española y argelina.En las vísperas de la llegada del vicepresidente del Gobierno socialista español a Argel, Mesadía, entonces número dos del FLN (después del presidente Benyedid), hizo unas declaraciones al corresponsal de la agencia Efe en Argel en las que calificó su relación con Guerra como "un trabajo conjunto entre camaradas" (véase EL PAÍS de 19 de diciembre de 1986). Por su parte, Guerra afirmó nada más pisar el aeropuerto de Argel que el PSOE y el FLN mantenían "una relación amistosa y una gran coincidencia en los temas bilaterales y multilaterales" (EL PAÍS de 23 de diciembre de 1986).

Mesadía y Guerra dieron públicas muestras de sostener una relación cordial y acordaron a lo largo de unas larguísimas sesiones privadas de trabajo que Argelia no serviría de base para las acciones terroristas de ETA. Ése fue prácticamente el único punto de los acuerdos que se hizo público.

El Gobierno socialista español ha rechazado siempre que a cambio se comprometiera a obstaculizar las actividades en suelo español de los grupos de oposición al FLN encabezados por el ex presidente Ben Bella y el líder beréber Hocine Aft Ahmed.

Hasta su destitución el sábado, Mesadía actuaba en su calidad de responsable del aparato del FLN como una especie de presidente en la sombra. Una alta fuente diplomática española lo calificó de "chantajista número uno del Magreb". Mesadía utilizaba el apoyo argelino a los distintos movimientos de liberación del mundo como un instrumento para obtener mejores condiciones en las negociaciones.

Desde el lado español, Guerra se ha especializado en las relaciones con el régimen argelino del FLN. El 23 de febrero de 1985, fue también él quien firmó con Argelia el acuerdo que puso fin al contencioso del gas.